La disputa entre KFC y Church's Texas Chicken llega a la Corte de Distrito de Texas por el uso del eslogan "receta original" en la nueva campaña publicitaria de la cadena texana.
Únete a nuestro canal de WhatsAppLa rivalidad entre las diferentes cadenas de pollo frito en Estados Unidos ha llegado hasta el Tribunal de Distrito de Texas. Kentucky Fried Chicken (KFC) ha entablado una demanda contra Church's Texas Chicken por utilizar una de sus frases más icónicas en la reciente campaña publicitaria de la cadena texana.
A finales de octubre, Church's Texas Chicken lanzó una nueva campaña publicitaria en la que promueve "el regreso de su legendaria receta original, renovada desde 1952". Este eslogan ha causado molestia entre los inversores de Yum! Brands, la compañía matriz de KFC.
En la demanda presentada por Yum! Brands en la Corte Distrital de Texas, se argumenta que "Church's está utilizando el término 'receta original' de manera engañosa, lo que confunde a los consumidores y les da la impresión de que los productos y servicios ofrecidos están afiliados, autorizados o provienen de KFC".
KFC también se pronunció mediante un comunicado, declarando: "Defendemos el legado de nuestra receta original por nuestros leales fanáticos del pollo frito. Es injusto que otras compañías intenten apropiarse de nuestro sabor y marca icónicos".
Es importante señalar que KFC registró la frase "receta original" en 1984, refiriéndose a su fórmula secreta de 11 hierbas y especias, que ha sido un componente clave de su identidad. Por su parte, Church's Texas Chicken ha decidido no comentar públicamente y responder exclusivamente por medio del proceso legal.
Un representante de KFC expresó que la empresa está "dedicada a proteger su propiedad intelectual" y a mantener la autenticidad de su marca. Según KFC, su mezcla secreta de hierbas y especias es uno de los secretos más emblemáticos de la industria alimentaria, y protegerla es esencial para asegurar que los consumidores reconozcan la exclusividad y el valor de su oferta de pollo frito.
Este conflicto resalta la importancia de la propiedad intelectual y el valor que las marcas registradas pueden aportar en un mercado competitivo, especialmente en la industria de comida rápida, donde la identidad de una receta puede ser un factor clave de diferenciación.