Nueva York tiene planes para incrementar la seguridad y separar a los inmigrantes involucrados en actividades delictivas. Descubre más sobre esta iniciativa.
Únete a nuestro canal de WhatsAppNueva York podría estar a punto de experimentar un cambio histórico. El alcalde Eric Adams ha generado controversia al plantear la posibilidad de modificar las leyes que convierten a la ciudad en un refugio para inmigrantes. Sin dudarlo, Adams contempla la opción de emitir una orden ejecutiva para eludir al Consejo Municipal y permitir que las autoridades locales colaboren con los agentes federales en la detención y deportación de inmigrantes peligrosos.
Este drástico cambio, impulsado por una crisis migratoria que ya sobrepasa los límites de la paciencia del alcalde, amenaza con redefinir el carácter inclusivo de Nueva York y podría dejar atrás décadas de política progresista. En esta nota te contamos cuáles son las medidas contra los inmigrantes en Nueva York y cómo podrían verse afectados.
Adams, quien declaró recientemente que los inmigrantes convictos no tienen derechos porque la Constitución es solo para los estadounidenses, ha argumentado que su posición se centra en garantizar la seguridad pública. El alcalde, conocido por su lema de campaña 'Ley y orden', sostiene que muchos neoyorquinos respaldan su postura, especialmente tras varios incidentes violentos protagonizados por inmigrantes.
Aunque negó un cambio de discurso tras la reelección de Donald Trump, analistas sugieren que factores como la percepción de inseguridad y las acusaciones de corrupción en su contra han influido en su giro político. Incluso llegó a considerar una candidatura como republicano, aunque aseguró que seguirá siendo demócrata.
Adams planea reunirse con Thomas Homan, encargado de políticas migratorias de la Administración de Donald Trump, para discutir la gestión migratoria en la ciudad y buscar entendimientos. Esta reunión se da en medio de sus críticas al gobierno de Joe Biden, al que acusa de falta de apoyo económico para afrontar los costos de la acogida migrante, que han superado los 6.000 millones de dólares.
La política propuesta por el alcalde Eric Adams podría tener un impacto devastador en los inmigrantes de Nueva York, especialmente para aquellos en situación irregular. Al permitir la colaboración entre la policía local y agentes federales, muchos podrían enfrentar deportaciones rápidas, incluso por delitos menores o órdenes previas de expulsión.
Además, el cierre de albergues dejaría a miles sin refugio, aumentando la vulnerabilidad de las familias migrantes. La retórica que vincula a los inmigrantes con problemas de seguridad pública fomenta la discriminación y el miedo, generando desconfianza hacia las autoridades y poniendo en riesgo los derechos y la estabilidad de estas comunidades.