Los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (EPT) han solicitado a Biden que implemente acciones específicas para salvaguardar su estatus migratorio.
Únete a nuestro canal de WhatsAppEl lunes 16 de diciembre, un grupo de diez inmigrantes beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS) inició una huelga de hambre en Washington. Su demanda principal es que el presidente Joe Biden asegure su protección antes de que Donald Trump asuma nuevamente la presidencia en enero. Esta preocupación surge ante las promesas de Trump de implementar deportaciones masivas, lo que ha generado un clima de incertidumbre entre los afectados.
Miembros de la organización Alianza Nacional TPS (National TPS Alliance, en inglés) dieron comienzo a esta acción, con la que quieren que Biden les conceda una extensión de su TPS que les permitiría residir en el país legalmente durante 18 meses más y complicaría que el republicano les pudiese deportar. ¿Qué situación se vivirá en el próximo gobierno del presidente electo?
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El Estatus de Protección Temporal (TPS), un mecanismo que permite a millones de inmigrantes de países en crisis residir en Estados Unidos, enfrenta incertidumbre ante la administración de Donald Trump. Aunque el nuevo presidente no ha detallado su estrategia migratoria, ha prometido una postura firme en este ámbito, lo que genera preocupación entre los beneficiarios del TPS.
Donis Hernández, salvadoreño de 20 años de residencia en el país, se ha sumado a las protestas para exigir la renovación de su permiso, que expira el 9 de marzo. Su principal temor radica en la posibilidad de que, si no logra renovarlo bajo el mandato de Joe Biden, no tenga otra oportunidad en el futuro. "El miedo más grande que tenemos es que va a haber familias separadas. En mi familia hay personas que podrían quedarse y otras que no", señaló a EFE.
Por su parte, Neida Mejía, originaria de Honduras y beneficiaria del TPS durante más de 20 años, también se encuentra en una situación crítica. Su permiso vence en julio y teme que, en caso de ser deportada, no podrá volver a ver a sus nietos, quienes han nacido en Estados Unidos y tienen derecho a permanecer en el país. "Tengo miedo de que nos separen", expresó, reflejando la angustia que comparten muchos inmigrantes en su situación.
La huelga de hambre, impulsada por la National TPS Alliance, forma parte de una semana de acción contra las deportaciones, convocada por el Movimiento por una Reforma Migratoria Justa (FIRM), en conmemoración del Día Internacional del Migrante, que se celebra el 18 de diciembre.
Jose Palma, coordinador de la Alianza, expresó en una conferencia telefónica con periodistas lo siguiente: "Conocemos las amenazas que se avecinan con la Administración de Trump. La huelga de hambre es para ejercer presión y exigir a Biden que tome medidas antes de Navidad".
Los participantes en esta protesta destacan que, gracias a su lucha y a acciones similares, lograron permanecer en el país durante el primer mandato de Trump (2017-2021). Soledad Miranda, una salvadoreña con más de 30 años en Estados Unidos, recordó: "Su llegada al poder fue un desastre para nosotros porque el TPS fue cancelado. Tuvimos que luchar en las cortes y, al final, conseguimos quedarnos gracias a ganar extensión tras extensión".