La presidencia de Trump traería consigo modificaciones en las leyes migratorias de EE. UU., impactando programas como las visas H-1B y las residencias EB-5.
Únete a nuestro canal de WhatsAppEn un contexto político y social cargado de incertidumbre, el presidente Donald Trump ha revelado un conjunto de reformas significativas que afectarán directamente a las visas y la Green Card a partir de 2025. Estos cambios, que tienen como objetivo facilitar el proceso de regularización y ampliar las oportunidades para miles de personas en busca de una vida mejor en Estados Unidos, podrían transformar la situación de muchas familias inmigrantes en el país.
La gestión de Donald Trump implementará transformaciones significativas en las políticas migratorias de los Estados Unidos. A través de iniciativas que abarcan modificaciones en los visados laborales, los procesos de residencia y la introducción de evaluaciones ideológicas, estos cambios tienen como objetivo principal fortalecer la seguridad nacional y atraer a profesionales altamente capacitados de otros países.
De acuerdo con Donald Trump, los estudiantes internacionales que concluyan sus estudios universitarios en Estados Unidos obtendrían de manera automática la Green Card, lo que les permitiría acceder a la residencia permanente al recibir su título. Este beneficio se extendería tanto a programas técnicos de dos años como a estudios de posgrado.
El sistema de selección de visas H-1B para profesionales altamente cualificados se cambiaría, reemplazando el actual proceso aleatorio por uno basado en el mérito. Se priorizaría a aquellos con experiencia avanzada y habilidades especializadas en sectores clave, como la tecnología y las ciencias, con el fin de fortalecer la economía estadounidense.
El programa EB-5, que permite obtener residencia permanente o Green Card mediante inversiones que generaran empleo, continuaría bajo la administración de Donald Trump. Los inversores deberían aportar al menos 1.050.000 dólares (o 800.000 en proyectos en zonas rurales o con altas tasas de desempleo) y crear al menos diez empleos permanentes.
Donald Trump presentó planes para llevar a cabo una deportación en gran escala de inmigrantes sin documentos y propuso instaurar un mecanismo de "valoración ideológica" para aquellos migrantes que logren obtener la residencia legal. Además, el presidente electo pretende abolir el derecho a la ciudadanía por nacimiento, con el fin de fortalecer la seguridad del país y dar preferencia al empleo de personas nacidas en Estados Unidos.
Durante el primer mandato de Trump, la separación de familias fue una de las decisiones más controvertidas, generando críticas internacionales debido a las desgarradoras imágenes de padres separados de sus hijos. Los responsables de estas medidas, Tom Homan y Stephen Miller, han sido nuevamente seleccionados por Trump para liderar la política migratoria.
Homan, conocido como "zar de la frontera", ha declarado que, para evitar separaciones, prefiere deportar a las familias completas, postura respaldada por el presidente electo. Sin embargo, en las familias mixtas, donde un miembro es indocumentado y el resto es ciudadano o residente legal, la deportación forzada no es posible debido a la ley, lo que obliga a los padres a decidir si llevan a sus hijos o los dejan bajo otro cuidado, aumentando las preocupaciones humanitarias.