El Secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, advierte sobre las repercusiones legales para los que participen en protestas proterroristas.
El Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, ha emitido una advertencia contundente sobre las consecuencias legales para aquellos que participen en protestas que apoyen o promuevan actividades consideradas "proterroristas".
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Rubio afirmó este sábado en un mensaje en X que se revocarán o denegarán los visados a los extranjeros que lleguen a EE. UU. con el objetivo de participar en disturbios relacionados con el terrorismo. Además, advirtió que aquellos que mientan para ingresar al país con estos fines verán sus visados cancelados y serán deportados.
Esta declaración se produce tras el arresto del estudiante palestino Mahmoud Khalil, quien fue detenido el sábado pasado por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE). Khalil, que había terminado sus estudios en la Universidad de Columbia en diciembre, fue acusado por el gobierno de Estados Unidos de estar vinculado con actividades "alineadas con Hamás", un grupo clasificado como terrorista por EE. UU. El joven palestino había sido uno de los principales organizadores de las protestas propalestinas en el campus universitario el año anterior, lo que generó una mayor atención a las manifestaciones políticas en el país.
Rubio reiteró en su mensaje que su administración no permitirá que individuos participen en disturbios o protestas que respalden grupos terroristas. "El presidente (Donald) Trump no es (Joe) Biden. Si vienes a Estados Unidos para participar en disturbios proterroristas, te denegaremos el visado", dijo el Secretario de Estado. Este enfoque busca mantener una postura más estricta respecto al control de la inmigración y las actividades relacionadas con grupos extremistas, lo que ha generado controversia en el debate público sobre las libertades civiles y el derecho a la protesta.
El arresto de Khalil ha desencadenado una serie de protestas en defensa del estudiante, especialmente en Nueva York, donde se llevaron a cabo marchas organizadas por activistas pro-palestinos. Aunque algunas de estas manifestaciones fueron organizadas por grupos que abogan por la paz, como Jewish Voice for Peace (Voz Judía por la Paz), el gobierno estadounidense ha vinculado la protesta a la promoción de un mensaje antisemita, dado el contexto de las tensiones entre Israel y Palestina.
Además, el gobierno de Trump ha señalado que continuará buscando a otros individuos que, según ellos, nunca debieron haber sido admitidos en el país bajo un visado de estudiante si se hubiera conocido que participarían en actividades políticas contrarias a los intereses de EE. UU. Esta postura es parte de una estrategia más amplia para frenar lo que consideran una amenaza creciente de la radicalización en las universidades y otros espacios educativos del país.
A pesar de la polémica, la administración de Trump mantiene firme su posición sobre la seguridad nacional y el control de la inmigración. Los críticos, por otro lado, cuestionan las implicaciones de estas medidas sobre la libertad de expresión y el derecho a la manifestación, especialmente cuando se considera que una parte significativa de los participantes en las protestas fueron judíos a favor de la paz.
