La operación conjunta entre ICE y la Patrulla de Caminos de Tennessee ha provocado mayor inquietud que calma entre los habitantes.
La comunidad inmigrante en Tennessee se mostró preocupada tras presenciar una redada inesperada realizada por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en Nashville. La operación concluyó con la detención de 196 inmigrantes y, aunque la agencia migratoria había declarado previamente que se enfocaba en individuos con antecedentes, esta vez la situación fue diferente.
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La reciente redada de ICE en Nashville generó una gran controversia debido a sus resultados. De acuerdo con información oficial del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y una investigación de Nashville Banner, la operación no fue tan "focalizada" como se había declarado.
De las 196 personas detenidas, únicamente 94 contaban con algún historial criminal. Más de la mitad de los arrestados no tenía antecedentes ni órdenes judiciales, e incluso varios no habían cometido ni siquiera una infracción de tránsito.
Ante estos datos, liberados el martes 19 de mayo, el alcalde de Nashville, Freddie O’Connell, expresó su rechazo a la manera en que ICE llevó a cabo este operativo en la ciudad. La autoridad pide transparencia y exige que ICE revele la identidad y situación migratoria de todos los detenidos.
"¿Quiénes son y dónde están?", cuestionó públicamente el alcalde, visiblemente molesto. En declaraciones a medios locales, también afirmó que este tipo de acciones no ayudan a mejorar la seguridad, sino que "rompen la confianza entre el Estado y nuestras comunidades".
No, Nashville, la ciudad de Tennessee, no es "santuario". Tennessee tiene leyes estatales que prohíben a los gobiernos locales adoptar políticas de "ciudad santuario".
Una legislación reciente en Tennessee tipifica como delito grave de Clase E el voto a favor de dichas políticas por parte de funcionarios locales y permite su destitución en caso de condena. Esto demuestra una postura firme contra las políticas de ciudades santuario a nivel estatal.
Si bien Nashville históricamente ha tenido programas para ayudar a nuevos inmigrantes y refugiados, y algunos alcaldes anteriores expresaron su deseo de ser "cálidos y acogedores", la ciudad oficialmente no puede y no funciona como una ciudad santuario debido a la ley estatal.