Kristi Noem, secretaria del DHS, advirtió que los estudiantes deben transferirse a otras universidades o arriesgar su estatus migratorio en Estados Unidos.
El gobierno del presidente Donald Trump ha revocado la capacidad de la Universidad de Harvard para inscribir a estudiantes extranjeros. Esta drástica medida se da en la creciente batalla del Gobierno con la universidad prestigiosa, además, advirtió que los miles de alumnos internacionales deben transferirse a otros centros de estudio o pondrán en riesgo su estatus migratorio, de acuerdo a un anuncio de Kristi Noem, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), en una carta.
En referencia al principal sistema que permite a los estudiantes extranjeros estudiar en Estados Unidos, Noem escribió en una carta a la institución lo siguiente: "Con efecto inmediato, se revoca la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVIS) de la Universidad de Harvard".
Esta medida se conoce luego de que Harvard se haya negado a proporcionar información exigida por la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Kristi Noem, sobre ciertos titulares de visas de estudiantes extranjeros. De acuerdo con el DHS, la universidad de la llamada Ivy League, las más prestigiosas de Estados Unidos, generó un ambiente inseguro en el campus al permitir que "agitadores antiestadounidenses y proterroristas" agredan a estudiantes judíos en el campus.
Cerca de 6800 estudiantes extranjeros han asistido a Harvard este año, esto representa aproximadamente el 27% del alumnado, de acuerdo a los datos de matriculación de la universidad. Esto significaría un aumento con respecto al 19,7% en 2010. La mayoría son estudiantes de posgrado, provenientes de más de 100 países.
Además, sin ofrecer pruebas, el DHS también acusó a Harvard de tener vínculos con el Partido Comunista chino, indicando que albergó y entrenó a miembros de un grupo paramilitar chino incluso hasta el año pasado. "Esto significa que Harvard ya no puede matricular a estudiantes extranjeros, y los estudiantes extranjeros actuales deben transferirse de universidad o perderán su estatus legal", indicó la agencia en un comunicado.
Kristi Noem indicó en la carta: "Es un privilegio, no un derecho, para las universidades matricular a estudiantes extranjeros y beneficiarse de sus pagos de matrícula más altos para ayudar a rellenar sus dotaciones multimillonarias". Además, agregó que la universidad no proporcionó al DHS registros relevantes sobre "mala conducta y otros delitos que harían que los estudiantes extranjeros fueran inadmisibles o susceptibles de expulsión".
Según la carta de Kristi Noem, si la Universidad de Harvard desea recuperar la certificación, debe entregar al DHS los registros solicitados en un plazo de 72 horas. La solicitud actualizada exige todos los registros, incluidos grabaciones de audio o video, de estudiantes extranjeros participando en protestas o actividades "peligrosas" en el campus.
La secretaria del DHS indicó lo siguiente en un comunicado: "Esta administración está responsabilizando a Harvard por fomentar la violencia, el antisemitismo y coordinarse con el Partido Comunista Chino en su campus".
La universidad ha calificado la acción como ilegal e indicó que está trabajando de manera rápida para proporcionar orientación a los estudiantes. "Esta acción de represalia amenaza con causar un daño grave a la comunidad de Harvard y a nuestro país, y socava la misión académica y de investigación de Harvard", indicó la universidad en un comunicado.
Además, agregó: "La acción del gobierno es ilegal. Estamos plenamente comprometidos con mantener la capacidad de Harvard para acoger a estudiantes y académicos internacionales, que proceden de más de 140 países y enriquecen a la Universidad -y a este país- de manera inconmensurable".