Una comunidad en Estados Unidos vive actualmente una complicada situación caracterizada por intensos operativos policiales, desalojos, etc., durante la administración Trump.
Alerta. Las nuevas políticas migratorias en Puerto Rico están causando preocupación entre la comunidad latina. Las acciones tomadas por las autoridades han derivado en múltiples detenciones, lo que ha reducido notablemente la asistencia a las escuelas y alterado el día a día de los habitantes de la isla.
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La ansiedad y la inseguridad se han apoderado de numerosas familias inmigrantes, quienes lidian con graves inquietudes respecto a su bienestar y su situación migratoria. En este contexto, surge la pregunta: ¿Cuál ha sido el sector más afectado por estas acciones? A continuación, te ofrecemos un análisis detallado sobre el tema.
La comunidad dominicana en San Juan, Puerto Rico, enfrenta un reto considerable. Barrio Obrero, una zona que antes se llenaba de música y risas, ahora está marcada por el silencio y la incertidumbre debido a las redadas migratorias realizadas durante la presidencia de Donald Trump.
A través de un reciente reportaje de El País se conoció que, el lugar lleno de vida que era antes dicho 'barrio', ahora se asemeja a un desierto. "Antes, a esta hora ya se oían las velloneras", expresó con tristeza la pastora Nilka Marrero.
Asimismo, se conoció que su iglesia ha tomado la iniciativa de convertirse en un centro de asistencia, distribuyendo alimentos a domicilio, dado que muchos residentes temen ir al supermercado por el riesgo de ser detenidos. "Esta es una ciudad sitiada", añadió la pastora, reflejando la angustia que se ha apoderado de la comunidad latina frente a estas órdenes.
Vale precisar que, desde enero de este año, Puerto Rico ha sido testigo de numerosas redadas migratorias, comenzando apenas seis días después de la asunción de Trump a su segundo mandato. Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), se han detenido a 445 personas en la isla, de las cuales el 72% son de nacionalidad dominicana.
Aunque las autoridades afirman que su objetivo principal son personas con antecedentes criminales, el DHS reveló que solo el 16,6% de los arrestos estuvieron vinculados a delitos penales, mientras que la mayoría fueron por infracciones administrativas. Estas acciones tienen un impacto evidente: comunidades enteras viven bajo un constante clima de miedo.