El Seguro Social de Estados Unidos está evaluando una modificación significativa que impactará a quienes se jubilen en el futuro. ¿A quiénes perjudicará?
Atención, beneficiarios. Recientemente, la Cámara de Representantes está evaluando una modificación importante en las regulaciones del Seguro Social que podría repercutir en millones de trabajadores en Estados Unidos. El Comité de Estudio Republicano ha sugerido aumentar la edad para acceder a los beneficios completos de la Seguridad Social (SSA) de 67 a 69 años, con la intención de que este cambio se implemente a partir de 2033. En esta nota, más detalles.
Cabe añadir que este drástico ajuste impactaría principalmente a personas que actualmente tienen entre 30 y 55 años. Y es que, según proyecciones del Congreso, esta medida podría ocasionar una pérdida promedio de alrededor de 420.000 dólares a lo largo de la vida de los beneficiarios.
El cambio en la edad de retiro del Seguro Social se traduce en una disminución de aproximadamente 3.500 dólares anuales en sus pagos mensuales, una cifra significativa que podría influir drásticamente en su calidad de vida durante la jubilación, tal como informó el medio 'Mundo deportivo' y la prensa internacional.
La reforma del Seguro Social, que se proyecta implementar de manera gradual a partir de 2026, no se aplicará de forma inmediata. En un periodo de ocho años, la edad máxima para acceder al beneficio completo se incrementará a 69 años, lo que representa un avance más acelerado en comparación con la modificación anterior, que se realizó hace varias décadas.
En esa ocasión, la transición de 65 a 67 años se extendió por más de 30 años, brindando a los trabajadores un tiempo considerable para adaptarse. Sin embargo, el nuevo plan podría dejar a muchos empleados con escaso tiempo para prepararse, especialmente a aquellos que laboran en sectores físicamente exigentes, como la construcción, los servicios o el sector salud, donde es común optar por jubilaciones anticipadas debido a problemas de salud.
La posible modificación de las políticas de jubilación podría acarrear consecuencias negativas para millones de personas, quienes verían disminuidos sus ingresos al momento de retirarse. Esta situación podría obligar a muchos a extender su vida laboral más allá de lo recomendable o incluso viable.
Especialistas advierten que un número creciente de adultos mayores podría verse forzado a recurrir al Seguro de Discapacidad como alternativa económica, lo que aumentaría la presión sobre un programa que ya enfrenta problemas de saturación. Además, economistas sociales expresan su preocupación, ya que esta medida afectaría de manera desproporcionada a quienes dependen en gran medida del Seguro Social para satisfacer sus necesidades básicas.