Departamento de Estado de EE. UU. anuncia restricción de visas a este grupo de personas para combatir el tráfico de fentanilo dentro del país.
En un giro inesperado, Estados Unidos ha anunciado una medida que podría cambiar la forma en que miles de personas interactúan con el país. Desde junio de 2025, aquellos con conexiones cercanas a individuos sancionados por el tráfico de fentanilo se verán enfrentados a una nueva restricción: la prohibición de ingresar al territorio estadounidense. Pero, ¿qué más se esconde detrás de esta drástica decisión?
Con la finalidad de utilizar todas las herramientas posibles para disuadir y desmantelar el tráfico ilegal de la peligrosa droga de fentanilo, el Departamento de Estado de EE. UU. implementará una nueva política de restricción de visados para individuos sancionados en en virtud de la orden ejecutiva 14059.
"Hoy anuncio una nueva política de restricción de visados conforme a la sección 212(a)(3)(C) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad que se aplicará a los familiares y asociados personales y comerciales cercanos de individuos sancionados en virtud de la orden ejecutiva 14059 Imposición de sanciones a personas extranjeras implicadas en el comercio global de drogas ilícitas (O. E. 14059)", señala parte del comunicado oficial del Secretario de Estado, Marco Rubio, el cual fue publicado oficialmente en el sitio web del Departamento de Estado.
Asimismo, el comunicado oficial precisa que la crisis del fentanilo en Estados Unidos es inédita, ya que las sobredosis se han convertido en la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 44 años. Según reportes, se han registrado más de 200 muertes por sobredosis diariamente.
Como se sabe, el gobierno de Donald Trump ha señalado a México como un punto clave en la producción y distribución de fentanilo, acusando a carteles mexicanos de ser los principales responsables del tráfico de esta droga mortal. Aunque las autoridades mexicanas han negado su implicación directa, la presión internacional sobre el país ha aumentado. En ese sentido, las relaciones entre ambos países se han tensado, mientras EE. UU. busca medidas más estrictas para frenar el flujo de fentanilo.