La recomendación sobre el café es solo una de las diversas sugerencias para reducir los peligros del calor extremo en Estados Unidos.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) emitió advertencias para millones de estadounidenses debido a una ola de calor histórica que afectó a varios estados del suroeste. Entre las recomendaciones más destacadas estuvo evitar el consumo de café y alcohol, ya que ambos aceleran la deshidratación, poniendo en riesgo la salud durante el calor extremo.
Las alertas de calor extremo estuvieron vigentes en once estados, incluyendo California, Nevada, Arizona y Oregón, con temperaturas que superaron los 110 grados Fahrenheit, creando un ambiente peligroso para la salud y la fauna.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) habían señalado que las bebidas con cafeína, como el café, podrían actuar como diuréticos, lo que aumenta el riesgo de deshidratación y agrava los efectos del calor extremo. Por eso, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) sugería elegir agua o bebidas con electrolitos, ya que son clave para mantenerse bien hidratado durante las olas de calor.
Las zonas más afectadas por el calor extremo abarcaban desde las zonas bajas del Gran Cañón y el Valle de la Muerte hasta áreas de California y Nevada, donde se esperaban temperaturas que podrían alcanzar los 125 °F. Las autoridades de salud habían alertado sobre los peligros de sufrir calambres, agotamiento y golpes de calor. Por esta razón, se habían emitido alertas de calor extremo en once estados.
El NWS había recomendado tomar algunas medidas preventivas para reducir los efectos del calor extremo. Entre estas, se destacaban:
El NWS también había emitido alertas sobre el riesgo de incendios forestales debido a la combinación de calor extremo y la sequedad del ambiente. Las autoridades habían instado a evitar actividades que pudieran generar fuego, como las parrilladas o el uso de herramientas que produjeran chispas.
En algunos casos, las temperaturas extremas podían llegar a niveles peligrosos, especialmente en el Valle de la Muerte, donde se esperaba que las máximas superaran los 120 grados, colocando esa zona entre los lugares más calurosos del planeta.