ICE ha comenzado a aplicar medidas más severas contra los inmigrantes indocumentados, lo que ha generado inquietud entre los residentes de la región.
El objetivo de Estados Unidos con sus políticas migratorias es deportar a un gran número de inmigrantes indocumentados. En Virginia, un informe reveló que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas ha limitado el acceso de los inmigrantes a productos esenciales. Esta medida ha recibido apoyo por parte de los residentes locales, quienes temen las posibles redadas.
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En varios vecindarios del norte de Virginia, los residentes ya no se acercan a los vehículos de distribución de alimentos por miedo a ser arrestados o detenidos por ICE. Muchas familias solían acudir para recibir ayuda alimentaria gratuita. Un reportaje de CNN reveló que activistas y líderes de organizaciones no gubernamentales han sido clave para apoyar a miles de familias, distribuyendo comida durante años.
Esta nota informativa enfatizó que, tras las nuevas políticas migratorias implementadas durante el mandato de Donald Trump, se generaron incertidumbre y pánico al punto de que muchas personas dejaron de acudir a estos camiones. Tal fue el impacto, que los productos donados por iglesias y supermercados terminaron pudriéndose y siendo desechados.
Ahora han tomado otra medida: designar a un miembro de la familia para recoger los víveres o, en el peor de los casos, dejar de acudir. Así lo relata una ciudadana de Guatemala que asiste a estos lugares: "Incluso hubo un tiempo que la gente ya no vino a traer comida acá porque decían que iba a haber redadas".
Pero los inmigrantes indocumentados no son los únicos perjudicados. El Centro de Ayuda y Asistencia Legal, el organismo encargado de la distribución en la zona, confirmó que al menos 40 personas han sido detenidas en los últimos días. El equipo señala que el nuevo método de arresto ya no implica tocar la puerta, sino esperar en los alrededores de las casas, en los centros de trabajo o cuando los padres dejan a sus hijos en la escuela. Incluso los extranjeros con documentos sienten temor, pues consideran que un papel ya no es suficiente.
En el mismo reporte del medio de comunicación se destacó una encuesta en la que el 59 % de los ciudadanos estadounidenses rechaza la detención de personas indocumentadas sin antecedentes penales, lo que muestra una clara desconexión entre las decisiones gubernamentales y la percepción de la población.