El horario de verano 2025 inició el 9 de marzo, con un ajuste de una hora hacia adelante en los relojes; sin embargo, su finalización será próximamente.
El horario de verano en Estados Unidos culminará el 2 de noviembre de 2025, marcando un cambio significativo en el calendario. Este ajuste, que implica atrasar los relojes una hora, ha generado un intenso debate tanto en la esfera pública como en la política.
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La modificación de los relojes, que se realiza dos veces al año, ha sido objeto de controversia, con opiniones divididas entre la población y los representantes en el Congreso. Este año, el cambio de horario en USA se efectúa un día antes que en 2024, lo que reavivó la discusión sobre la necesidad de mantener o eliminar esta práctica.
El 2 de noviembre de 2025, a las 2:00 a. m., los relojes en Estados Unidos se atrasarán una hora, marcando el fin del Daylight Saving Time (DST) y el regreso al horario estándar. Este cambio se aplica en todo el país, excepto en los estados de Arizona y Hawái, que no adoptan esta medida.
En Estados Unidos, hay dos estados que no modifican su horario: Arizona y Hawái. Esto se debe a leyes estatales que mantienen un horario fijo todo el año, sin ajustarse al horario de verano. Además de estos dos estados, hay varios territorios de EE. UU. que tampoco lo aplican:
El debate sobre la pertinencia de mantener el horario de verano ha estado presente en la agenda política. En 2022, el Senado aprobó la "Ley de Protección del Sol", que buscaba convertir el horario de verano en permanente, eliminando la necesidad de modificar los relojes dos veces al año. Sin embargo, esta iniciativa fue detenida en la Cámara de Representantes, y en enero de 2025 se presentó una propuesta similar.
El senador Ed Markey, uno de los promotores del cambio de horario en EE. UU., ha expresado su frustración con el sistema actual. En un correo enviado a MassLive, afirmó: "Este ritual de atrasar y adelantar los relojes ya ha durado suficiente. No es solo una molestia: cambiar la hora tiene un impacto real en nuestra economía, nuestra salud y nuestra felicidad".
La opinión pública también refleja un creciente cansancio respecto al cambio de horario en USA. Según una encuesta de Gallup realizada en enero, el 54% de los estadounidenses se mostró a favor de eliminar la práctica.
De este total, el 48% prefiere mantener el horario estándar durante todo el año, mientras que solo el 24% optaría por un horario de verano permanente. Apenas el 19% se mostró a favor de conservar el sistema actual de dos modificaciones anuales en los relojes.
A pesar de que se gana una hora, especialistas en el sueño advierten que el organismo humano puede requerir de uno a tres días para adaptarse a este cambio de horario en USA. Para facilitar esta transición, se sugieren las siguientes recomendaciones: