Steven Sneider viajó de Perú a EE. UU. con grandes expectativas, pero su entusiasmo se desvaneció tras ser interrogado por los oficiales de inmigración.
Un joven peruano vivió una experiencia inesperada en su primer viaje a Estados Unidos. Lo que comenzó como una aventura llena de expectativas se convirtió en una pesadilla cuando un tatuaje en su cuello casi le impide ingresar al país. ¿Qué frase le causó tantos problemas? Descubre cómo un detalle aparentemente inocente estuvo a punto de cambiar su destino.
Steven Sneider llegó a Estados Unidos desde Perú con la ilusión de explorar un nuevo país. Sin embargo, su llegada al aeropuerto se convirtió en una experiencia angustiante cuando los agentes de inmigración comenzaron a interrogarlo. A pesar de haber recibido consejos sobre cómo actuar durante el proceso migratorio, el joven no pudo evitar ponerse nervioso.
En un video compartido en su cuenta de TikTok, Steven relató que el ambiente de tensión creado por los oficiales de seguridad le provocó ansiedad. "Olieron mis nervios", comentó, explicando cómo su temor fue evidente para los agentes.
Lo que parecía un simple control de rutina pronto tomó un giro inesperado. Al entregar su pasaporte, un oficial de inmigración se detuvo al notar un tatuaje visible en el cuello de Steven: una frase en inglés que decía "I don’t care" (No me importa). La pregunta sobre el significado del tatuaje desató una serie de interrogatorios.
El oficial le pidió que explicara por qué se había tatuado esa frase. La respuesta de Steven fue directa: "Porque me gustó". Sin embargo, la frase, que podría haberse interpretado de manera equivocada, generó más dudas y sospechas. A partir de ahí, comenzaron las preguntas sobre su itinerario, alojamiento y los motivos de su visita a EE. UU.
Lo peor estaba por llegar. El agente, convencido de que había algo extraño, decidió retener su pasaporte y acompañarlo a una sala secundaria. "Fueron los diez minutos más largos de mi vida", confesó Steven. Mientras lo conducían, se preguntaba si tendría que regresar a Perú sin haber cumplido su sueño de visitar Estados Unidos.
Sin embargo, tras una revisión exhaustiva de su equipaje y más preguntas sobre su trabajo, la situación dio un giro positivo. Steven explicó que era creador de contenido y tenía una agencia creativa llamada Play Studio, lo que finalmente disipó las sospechas. Después de la inspección, los agentes decidieron permitirle la entrada al país.
Steven Sneider concluyó su relato reflexionando sobre lo que había vivido. "Nunca en mi vida me habían hecho sentir tan culpable por algo que ni siquiera sabía que estaba haciendo mal", expresó, mostrando lo impactante que fue la experiencia. Aunque al final logró ingresar a Estados Unidos, su historia se convirtió en un recordatorio de cómo un pequeño detalle, como un tatuaje, puede generar malentendidos en un contexto tan delicado como el control migratorio.