WestJet rediseñó sus cabinas y solo permitirá reclinar el asiento a quienes paguen tarifas más altas, generando indignación entre viajeros.
WestJet anunció un cambio que ya ha generado molestia entre viajeros de Canadá y Estados Unidos: en los vuelos más económicos, los pasajeros ya no podrán reclinar su asiento libremente. Solo quienes paguen por tarifas superiores tendrán acceso a esa comodidad, algo que hasta ahora era considerado básico en los vuelos comerciales.
La medida fue comunicada oficialmente el 23 de septiembre de 2025 y se enmarca dentro de la reconfiguración de las cabinas de sus aviones Boeing 737-8 MAX y Boeing 737-800. Los nuevos asientos de clase económica tendrán una ligera inclinación fija, sin posibilidad de ajustarse, mientras que las secciones Premium y Extended Comfort conservarán esta función… a cambio de un boleto más caro.
Reclinar el asiento ya no será gratis para todos.
Expertos en aviación aseguran que esta decisión forma parte de una tendencia creciente: quitar beneficios incluidos en el precio estándar para luego venderlos como "extras". Según John Gradek, profesor de la McGill University, "esta es otra forma de las aerolíneas de aumentar ingresos sin subir directamente las tarifas base".
La respuesta del público fue inmediata. En redes sociales, muchos usuarios calificaron la decisión como "el colmo" y compararon esta práctica con cobrar por usar el baño o respirar aire durante el vuelo.
La aerolínea también introducirá otros ajustes: el espacio entre filas será desigual, con mayor amplitud en las primeras hileras y menos en la parte trasera. Además, la zona Extended Comfort se ampliará a 36 asientos con más espacio para las piernas y divisores que la separarán del área económica. En todos los asientos habrá puertos de carga y soportes para dispositivos móviles, pero para reclinar… habrá que pagar.