Un informe del Senado de Estados Unidos alerta sobre deficiencias en la atención médica y en las condiciones de los centros de detención de inmigrantes.
Según un reporte de The Associated Press, una reciente investigación del Senado de Estados Unidos reveló una alarmante cantidad de casos verificados de negligencia médica y deficiencias en las condiciones de los centros de detención de inmigrantes en el país. Entre los hallazgos más preocupantes se documentó que a algunos detenidos se les negó el acceso a insulina, permanecieron días sin atención médica e incluso tuvieron que competir por agua potable.
Estos descubrimientos han reavivado el debate sobre la supervisión gubernamental y la administración de uno de los sistemas de detención más grandes del país.
La investigación, publicada por el senador Jon Ossoff (demócrata de Georgia), constituye el segundo informe de una serie que indaga posibles violaciones de los derechos humanos en el sistema de detención de inmigrantes.
Se partió de una revisión previa de agosto, que ya detallaba malos tratos a niños y mujeres embarazadas, y se nutre de más de 500 informes de abuso y negligencia compilados entre enero y agosto.
Los hallazgos más recientes documentan más de 80 casos verosímiles de negligencia médica, junto con numerosas quejas por la escasez de alimentos y agua.
Entre los testimonios, un detenido sufrió un infarto después de haberse quejado de dolor en el pecho durante días sin recibir tratamiento; otros afirmaron que les negaron inhaladores o que tardaron semanas en surtirles sus recetas.
Según el informe, "las ambulancias tienen que venir casi todos los días" en ciertas instalaciones, lo que sugiere fallas sistémicas en la supervisión federal.
El informe del Senado alerta que inmigrantes en centros de detención carecen de insulina, atención médica y agua.
Los resultados no solo reflejan incidentes aislados, sino que apuntan a un patrón de fallos estructurales en los centros de detención de inmigrantes, según los investigadores del Senado. En palabras del senador Ossoff: "Los estadounidenses exigen y merecen abrumadoramente fronteras seguras. Al mismo tiempo, se oponen de manera abrumadora al abuso y la negligencia hacia los detenidos… Todo ser humano tiene derecho a la dignidad y a un trato humano".
El informe advierte que el sistema de supervisión del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) no garantiza que las instalaciones subsanen sus deficiencias.
Además de la falta de atención médica, los detenidos reportan comidas insuficientes o caducadas, agua con olor desagradable o en cantidades limitadas, e incluso competencia entre adultos y menores por acceder a botellas de agua potable.
Este panorama plantea preguntas urgentes: ¿qué medidas se adoptarán para garantizar una atención médica digna? ¿Cómo supervisará el gobierno los centros de detención para evitar que se repitan estos casos? Nos encontramos ante una situación de riesgo que exige respuestas claras.
La Associated Press buscó comentarios de ICE sobre el informe, sin obtener respuesta, mientras que el Departamento de Seguridad Nacional había cuestionado previamente un informe anterior de Ossoff, calificando como falsas las acusaciones de abuso y acusándolo de buscar "rédito político".