LUEGO DE 10 ediciones del Balón de Oro un futbolista pudo poner fin a la hegemonía de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Luka Modric, croata del Real Madrid, de perfil bajo y sin mucha exposición mediática, a base de buen juego, se hizo un nombre a nivel mundial y se convirtió en el nuevo monarca del deporte rey.
Tras ganar el The Best de la FIFA, el croata era el favorito para llevarse el galardón de France Football y razones que lo avalen habían de sobra, ya que fue clave en la medular del Madrid en la obtención de su tercera Champions al hilo y con su país se puso el equipo al hombro para lograr el subcampeonato en Rusia 2018.
“Lukita”, pese a no ser muy alto a diferencia de sus demás compañeros, se caracteriza por adueñarse y convertirse en uno de los más aguerridos de la volante del Real Madrid y de su selección. Además, su inteligencia y paciencia lo convierten en alguien importantísimo para crear jugadas de fantasía y habilitar a sus delanteros.
Sin duda este será el mejor año en la carrera de Modric -a nivel individual y grupal- y a falta de algunos partidos con camiseta del Real Madrid antes del final del año, el croata acumula un total de 56 partidos jugados y tres anotaciones. No es un jugador que pise el área con tanta frecuencia, por ello su poca cantidad de tantos.
El 2007 Kaka se llevó el galardón y en las 10 ediciones posteriores fueron para Messi y CR7, ganando cinco cada uno. “Eso lo hace aún más especial. En los últimos años solo dos jugadores dominaban y esto demuestra que el fútbol no es solo goles”, dijo el talentoso volante balcánico.