Roberto Merino es un privilegiado. Más allá del talento, el exvolante de la Selección Peruana supo formarse en la cantera del Barcelona y militar en otros clubes españoles, por lo que tuvo la oportunidad de compartir vestuarios con cracks como Víctor Valdés, Pepe Reina, Carles Puyol, Xavi Hernández y Samuel Eto'o.
Ahora bien, tras cinco años en la cantera del Barcelona, Roberto Merino consideró que lo mejor para su carrera era Mallorca y allí supo forjar una bonita amistad con el camerunés Samuel Eto'o.
"Cuando se habla de Eto’o, es un corazón. Ese negro, me acuerdo cuando vivía en el Paseo Marítimo, yo lo llevaba con la Ferrari. Él tenía la Ferrari, yo lo llevaba. Yo era su chofer, algunas veces", reveló 'Meridona' en una entrevista con Movistar Deportes.
"Se había comprado la Ferrari, la roja. Íbamos a Son Bibiloni, a la Ciudad Deportva. Hasta que una vez, Luis Aragonés, lo encaró. Le decía ‘Samuel’, cómo va a ser posible'", abundó el exseleccionado peruano.
Más allá de los momentos divertidos con el exjugador del Barcelona, Roberto Merino valoró la calidad de persona y las ganas de superación del camerunés, además de recalcar la importancia de Luis Aragonés en su carrera.
"Samuel era muy respetuoso. Después del entrenamiento, él se quedaba 40 minutos más definiendo. Y Luis Aragonés, sabio, que en paz descanse, lo transformó. Tuvo una metamorfosis. Eto’o, antes, era el ‘Patito Feo’. El Real Madrid lo tenía, y lo cedía, aquí y allá. Hasta que llegó al Mallorca y ahí se concentró y encontró a Luis Aragonés. Y fue la dosis perfecta para que Eto’o explote", precisó el jugador del AS Sora Calcio.
Después de la temporada 2003-04, Samuel Eto'o fue adquirido por el Barcelona y el resto es historia: se convirtió en uno de los mejores centrodelanteros en la historia del club blaugrana. Su dupla con Ronaldinho fue una de las mejores del mundo entre 2004 y 2007, además de conquistar tres Ligas y dos Champions.
"El fútbol me ha demostrado que las personas que más ganaron son los más humildes. Cuando estaba en Grecia y el Barcelona jugaba contra Panathinaikos, fui a la concentració para recoger unas entradas. Puyol, Eto'o y Xavi, con quienes había entrenado, querían que me quede a cenar con el equipo. No lo podía creer. ¿Si me quedé? No, me dio roche", detalló Merino.