Siete: número cabalístico, relación entre lo divino y lo humano; la creación llevada a cabo en siete días, los días de la semana, los colores del arco iris, la camiseta de Ronaldo, los goles de Portugal ante los norcoreanos.
Fue un juego divino expresado por los mortales jugadores de Portugal, la mayor goleada en el presente Mundial ante una Corea del Norte que no pudo soportar, como ante Brasil, los embates de los lusos, quienes tuvieron un segundo tiempo de gran fútbol que rompió con el maleficio de Ronaldo de no anotar hace 16 meses con su selección.
Portugal destrozó el sistema defensivo asiático, que puso en apuros a Brasil, con el gol de Meireles a los 29’ y que continuó con Simao a los 53’. El compañero de Pizarro en el Bremen, Hugo Almeida, pondría el tercero a los 56’. Al percatarse de la fractura en la defensa norcoreana, los lusos se fueron con todo y Tiago y Liedson anotaron. Pero fue Ronaldo quien terminó con su “saladera” y puso el sexto para Portugal. Al final, cerraría el partido Tiago puso el sétimo para Portugal que ya firma su pase a octavos.
Agencias | Ciudad del Cabo