Muchas veces el exquisito talento de jugadores distintos permite que estos se crean estrellas dentro y fuera de la cancha, protagonizando episodios rechazados por la disciplina del fútbol.
Ese fue el caso del irlandés George Best, quien supo brillar con la camiseta del Manchester United, pero también lejos de los campos de juego con acciones que lo convirtieron en el más polémico de la historia.
Aunque el inicio de su vida deportiva comenzó dentro de un campo de rugby, Best ingresó a la religión protestante tras abandonar su escuela primaria. En Lisnasharragh Secondary School jugó por primera vez fútbol. Tenía 14 años y ya pintaba para ser un grande.
Su gran salto al Manchester United se dio en 1965, ganando la Copa de Campeones de 1968 (hoy Champions League). Ese mismo año fue elegido como el mejor jugador del mundo y se llevó el Balón de Oro. Incluso, el irlandés mantiene el récord de máximo anotador en un partido de Premier, cuando marcó seis tantos en la victoria de los “Diablos Rojos” por 8-2 sobre el Northampton en 1970.
Sin embargo, su estilo complicado fuera de las canchas lo llevó a ser captado por los paparazzi dentro de las cantinas, junto a mujeres de malvivir. Al salir de un cabaret, Best soltó una de sus frases más famosas. “He gastado mucho dinero en mujeres, alcohol y automóviles...el resto lo he desperdiciado”, dijo ante la sorpresa de los reporteros en el lugar.
Falleció el 25 de noviembre del 2005 en su vivienda de Londres por causa de una fibrosis pulmonar.