"Llegar al Real Madrid es lo mejor que me pudo pasar", fue la frase de Isco a su llegada al Santiago Bernabéu. El volante procedente del Málaga fichó por la entidad blanca y a su arribo a la capital española dijo: "Me siento un madridista más y daré todo por el beneficio del equipo", sentenció.
A pesar del compromiso que hoy profesa, pocos recuerdan que el propio Isco se autodenominó enemigo de la camiseta que vestirá para la venidera temporada. Incluso, que su perro responda al nombre de Messi es la prueba de un posible hinchaje por Barcelona, al menos esa es la versión que llega desde España.
Las declaraciones de Isco aún se recuerdan. "No era del Madrid de pequeño, de hecho diría que soy un poco antimadridista aunque uno no sabe dónde va a estar su futuro, pero es un equipo que a mí nunca me gustó", dijo Isco el pasado 29 de noviembre del 2009. Incluso existen fotografías de él vestido de azulgrana.
Pero en Madrid no resistieron su fichaje. Sus destacadas actuaciones generaron la amnesia de los hinchas y directivos del club ibérico, a quienes Isco acusó de creídos. "Es un club prepotente por cómo son los jugadores; sin humildad no puedes llegar a ningún lado", mencionó aquella vez.
Sin embargo, todo será una anécdota si la nueva aparición del fútbol español la rompe con la camiseta merengue. Los 30 millones de euros desembolsados exigen reprimir su pasado antimadridista.
EL DATO
En el año 2012, Isco fue galardonado con el Golden Boy, considerado como Balón de oro de los futbolistas menores de veintiún años certificando así el gran rendimiento mostrado en el campo.