El fútbol argentino se estremeció este último martes luego que Marcos Rojo fuera confirmado como flamante refuerzo de Boca Juniors. El defensor de la Selección Argentina dejó el Manchester United luego de seis años para probar suerte en uno de los equipos más grandes de su país y poder recuperar su mejor nivel.
Y es que el jugador tiene casi un año sin jugar en Inglaterra por lo que en el club xeneize vienen ideando un plan de trabajo para volver a fortalecer su masa muscular debido a las constantes lesiones sufridas en el pasado. Sin embargo, la aventura de Rojo no parece haber arrancado con el pie derecho, pues en su primer entrenamiento con su nuevo equipo sintió una dolencia en uno de sus gemelos.
Por ahora, la prensa argentina señala que no hay mayor peligro, pero el jugador se encuentra siendo observado por el cuerpo médico de Boca Juniors para determina si necesita otros exámenes. Como se sabe, el exdefensor de Estudiantes ha tenido mala suerte con las lesiones que arrastra desde el 2017.
Aquel año, Marcos Rojo sufrió una rotura de ligamentos que lo mantuvo alejado de las canchas por más de seis meses. Por suerte, el central pudo recuperarse a tiempo para estar en el Mundial Rusia 2018 con su selección, incluso logró anotar el gol del triunfo de aquel agónico encuentro ante Nigeria por la fase de grupos.
Con la llegada de Marcos Rojo, Boca Juniors pasará a tener cuatro defensores centrales para solo dos lugares. Por ahora, Carlos Izquierdos y Lisandro López han sido los habituales titulares de Miguel Ángel Russo, aunque Carlos Zambrano se afianzó en la Copa Diego Maradona que finalmente terminó levantando el equipo azul y amarillo.
Ahora, el zaguero de la Selección Peruana deberá remar contra la corriente para convencer al entrenador del equipo argentino y poder afianzarse en la defensa de su club.