Dicen que la muerte es parte de la vida, algo inevitable y que nunca nadie está preparado para cuando nos toque enfrentarla. Se apagan vidas muy jóvenes, otras más tarde, pero todos dejan un invaluable recuerdo en quienes lo honraron, sobretodo cuando en memoria del que ya no está se supera a la adversidad para convertir la tristeza en gloria.
En esa pequeña remembranza se encierra el duro golpe que significó la partida de Juan Pablo Vergara. Hace exactamente un año, el recordado volante peruano partió hacia al viaje eterno de manera repentina, quizás en uno de los mejores momento de su carrera: con 34 años y a puertas de disputar el titulo nacional del fútbol peruano.
La fatalidad sorprendió a Jefferson Collazos, Donald Millán y Juan Pablo Vergara -jugadores entonces del Deportivo Binacional- en un accidente de tránsito en la carretera Puno-Juliaca el 2 de diciembre del 2019, cuando en horas de la tarde se dirigían a los entrenamientos del equipo al mando de Roberto Mosquera.
El infortunio quiso que nunca lleguen a las prácticas y fueran conducidos al centro médico más cercano, para así, respirar y agradecer al divino haber sobrevivido a dos vueltas de campana que dio el vehículo que los transportaba.
No obstante, algunas complicaciones que sufriera Vergara lo llevaron a ser intervenido quirúrgicamente cuando se pensaba que lo peor ya había pasado. En ese trayecto, llegaría su deceso que cayó como un baldazo de agua fría a todo un país que venía agradeciendo por la salud del grupo de futbolistas.
El destino quiso que Binacional tenga un ángel que derrame sus bendiciones días antes de las dos finales que disputarían ante Alianza Lima. Aún se recuerda a Roberto Mosquera en un conmovedor abrazo con sus jugadores en los camarines, la emotiva dedicatoria de Donald Millán tras su golazo en la final de Juliaca con el que Binacional goleó 4-1 a los blanquiazules, y otros pasajes que hizo aún más sublime la coronación del equipo sureño.
La bendición final de Juan Pablo llegó el 8 de diciembre, cuando en Matute sobre el cielo limeño brilló el sol para el modesto equipo de Juliaca. El 'Bi' era más poderoso aún porque de su lado tuvo la bendición divina de un motor y motivo que le permitió redoblar esfuerzos ante un grande del fútbol peruano que no pudo remontar.
Binacional se proclamaba campeón y el título por supuesto fue a la memoria de Juan Pablo Vergara, hoy considerado un ícono para el humilde club sureño que ya tiene en su haber dos estrellas: una del 2019 y otra en el firmamento.