Como en sus mejores épocas, donde brillaba por su coraje y entrega, Miguel Miranda demostró que es un guerrero capaz de superar los más grandes obstáculos.
El ex arquero de la selección peruana mostró visibles signos de mejoría, y salió del complicado cuadro en el que se encontraba. Para alegría de todos, el “Carón” reaccionó e incluso le tomó la mano a su esposa Sonia Heredia, quien emocionada derramó algunas lágrimas.Asimismo, compartió algunos minutos con su compadre Teddy Cardama y los ex jugadores Pedro “Bruja” Bonelli y Julio César Antón.Debido a su recuperación, Miranda saldrá de la Unidad de Cuidados Intensivos en las próximas horas y en unos días podría ser dado de alta.