Miguel Miranda: “Markarián no trabaja con seleccionados ahuev...”

Actualizado el 3 Oct. 2011 | 04:11 H

Ser arquero es cosa seria. No es exclusividad del gordito del barrio. Es tener agallas para defender el arco y, claro, cualquiera no se atreve a ponerse los guantes, pues es cuestión de habilidad, reacción, seguridad y ubicación. Por ello, Miguel Miranda, luchador incansable con la selección en la época de los 90’, da un balance del cambio de actitud en el equipo de Sergio Markarián, de la elección que existe para atajar en la Eliminatoria y el destierro para no nacionalizar guardametas extranjeros.

Jimmy Pulido Alva

¿Puede decirse que la selección del “Mago” tiene otra actitud?Lo que pasa es que ahora hay más futbolistas que juegan en el exterior, cosa que en mi tiempo eran pocos. Existe, además, un nivel distinto y para jugar una Eliminatoria se necesita de este tipo de jugadores.¿Y qué se necesita para ser un arquero de selección?Es habilidad, destreza, reacción, buena pegada, ubicación, flexibilidad, seguridad y confianza. Mejor dicho hay que tener huevos. Y pocos tienen esas características.¿Y los cuatro arqueros convocados reúnen esas características?Así es. Considero que Butrón, Delgado, Fernández y Libman tienen esas cualidades.

¿La estatura no juega en contra? Ojo que Salomón Libman no es muy alto...No interesa. Lo que importa es la reacción, la habilidad y mucha seguridad. Los cuatro tienen nivel para estar en la selección.

¿Y a quién elegirías para tapar ante Paraguay y Chile?No quiero entrar en polémicas, pero los cuatro están en condición de tapar en esta Eliminatoria. Han demostrado ser grandes profesionales y, además, buenas personas. Lo importante es que ellos tienen muchas agallas y muestran seguridad. Sin duda será una disputa sana.

¿Ya no es necesario nacionalizar arqueros?Antes lo hicieron por necesidad, pero los que pasaron cumplieron bien su función, aunque defender la camiseta del país donde naciste es otra cosa.

¿Por qué la poca confianza en el elemento nacional?Lo que pasa es que hay técnicos que tienen miedo a arriesgar. Porque se comen uno o dos goles creen que no rendirán, sin embargo, están equivocados. Era cuestión de confianza y estos chicos han demostrado que no era necesario nacionalizar a nadie. Hay porteros de sobra para pelear la Eliminatoria.

¿Consideras que se acabaron también los “pecho fríos”?Eso es un tema de carácter. No es que cada uno se contagia con el juego, sino que nacen así. Pero veo que en esta selección no hay jugadores ahuevados. Los que están tienen carácter y otra idea de juego.

Dices que hay jugadores para ir al Mundial. ¿Entonces ya no daremos vergüenza?Esta vez no quedaremos mal parados, vamos a limpiar la mala imagen. Esta selección ha cumplido un buen papel en la Copa América y por lo hecho deja a todos, incluido yo como hincha, que podrán pelear un cupo al Mundial.

¿Te animas a dar un resultado ante Paraguay?Perú ha tenido buenos partidos con Paraguay. A mí, en lo personal, me fue regular. Pero jugando en casa se deben conseguir los tres primeros puntos. Se jugará en un remodelado Estadio Nacional y considero que el hincha alentará, además, presionará al rival. El triunfo se queda en Lima.¿Hay confianza en la dupla Guerrero-Pizarro?Considero que no deberían jugar juntos, pero si el técnico los ubica en el ataque debe ser por algo. Ambos vienen pasando por un buen momento y estoy seguro que cumplirán con goles. La selección es una revancha personal para Pizarro y estoy seguro que ya le toca meterla.

¿Sientes frustración por no haber ido al Mundial?Todos los sueños en mi vida los cumplí. Si es que no se pudo ir al Mundial, bueno, son cosas que se dieron en el momento. Pero no siento frustración de nada, además, nadie se ha muerto por no ir al Mundial en anteriores procesos.

¿Te asusta Chile?Será un clásico. Perú cuenta con elementos importantes como Chile y estoy seguro que después de ganarle a Paraguay, el próximo a vencer serán los sureños. Todos queremos que esta selección nos lleve al Mundial y los puntos ya están en juego. De ellos depende cumplir el sueño del país.