Se acaba octubre y con él, el milagro de seguir soñando por el título. Alianza Lima tropezó con sus limitaciones -y, de yapa, un blooper- ante una San Martín que ya no solo juega, sino también anota y casi esfumó sus posibilidades de llegar al cuarto lugar.
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El error de camarín -al minuto y segundos- que cometió Leao instaló nerviosismo en los once blanquimorados. El sorpresivo tanto de Ortiz dejó aturdido a Alianza y en la siguiente media hora los “santos” lo ratificaron en el juego.
La buena intervención de Butrón, la falta de puntería de los de Santa Anita y un penal inadvertido por el juez Blanco evitaron que San Martín pudiese sentenciar el juego desde el primer tiempo.
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Los íntimos, luego de los 30’, intentaron sacudirse de la parálisis mental y con cierta rapidez encontraron respuesta. Erinson Ramírez aprovechó un descuido de Garcés -a quien el balón le sobró- para definir, previo pase de Pando, con sutileza e igualar el marcador.
La dinámica para el complemento no varió demasiado. Los de Jayo siguieron careciendo de sociedades en la volante y la sensación de gol siempre rondó el área de Butrón. A poco para el final, Cáseres puso el 2-1 definitivo. Enmudeció Matute y sepultó -virtualmente- los sueños de título nacional.