A falta de nueve fechas para el final del Torneo Clausura, el enfoque de Alianza Lima sigue siendo ganarlo pese a la dificultad que ahora resulta debido a la pérdida de puntos claves.
Y mientras el plantel hace su rol en la cancha, en las oficinas del club, la gerencia deportiva -sin quitarle el ojo al torneo- empieza a confeccionar una maqueta de lo que será la plantilla de la temporada 2023.
Con todo lo aprendido que dejan siempre los errores, en primer lugar, se desea tener a un técnico con perfil ofensivo y dominio de juego, y para ello -comprenden- que se necesitará a los jugadores adecuados.
En esa idea que pretende dar un paso adelante en el plano deportivo, principalmente se está considerando lograr un plantel renovado, en el cual la experiencia se mezcle con la juventud para concretar un grupo que pueda competir a nivel internacional (en caso se clasifique a Sudamericana o Libertadores), y que en la Liga 1 avasalle a todos los rivales.
Esta renovación implica reducir el promedio de edad que actualmente presenta el plantel y que marcó durante las temporadas 2020 y 2021. Por ello, jugadores veteranos, tales como Wilmer Aguirre (39), Hernán Barcos (38), y Jefferson Farfán (cumplirá 38), cuyos contratos vencen esta temporada, no estarían más en la institución. Al respecto el área deportiva aún no ha decidido nada y solamente ha dicho que todos están en proceso de evaluación.
Los futbolistas Arley Rodríguez (29) y Pablo Míguez (35), también culminan vínculo con la institución y en el plan que se bosqueja ambos no tendrían lugar. Lo mismo sucedería con Christian Ramos (33) quien todavía tiene contrato con la institución blanquiazul. Jugadores de experiencia con gran capacidad de juego, promoción de talentos y contrato de futbolistas de gran proyección, llegarán al club para fortalecerlo y refrescarlo hacia los objetivos.