A finales del 2010, Julio Pacheco, presidente de Universitario en ese entonces, había prometido convertir al club en el 'Barcelona de Sudamérica'. El directivo crema se llenó de ilusión para conformar un plantel de lujo y no le tembló para escatimar gastos, pues el objetivo era campeonar sí o sí nivel nacional y 'romperla' en la Copa Libertadores.
En aquel tiempo, Pablo Vitti, centrocampista argentino, la rompía en el fútbol peruano con la Universidad San Martín. Es más, fue elegido el mejor jugador del año, y la directiva de Universitario lo tenía dentro de sus planes.
Tras unas largas conversaciones, llegaron a un acuerdo. La 'U' compró el pase de Pablo Vitti, valorizado por más de 500 mil dólares, y lo presentó como su flamante refuerzo de la temporada.
Con la camiseta de Universitario, Vitti disputó 19 partidos y anotó dos goles. Su rendimiento no fue lo que el hincha y amante del fútbol esperaba. Por esa razón, al tiempo se fue a Querétaro y luego fichó por LDU de Quito.
En la actualidad, Pablo Vitti le ha dado un cambio radical a su vida, ya que ahora es empresario de futbolistas e incluso inauguró un café en su ciudad natal, Rosario, Argentina.