En la actualidad, falta hacer promoción por parte del Estado para dar a conocer este sitio histórico, del cual todavía no se sabe a qué cultura perteneció.
Únete a nuestro canal de WhatsAppEl Perú es un país rico no solo en recursos naturales, sino también abundante en testimonios materiales del pasado histórico que este país registra hace más de 10 mil años y Lima también cuenta con estos vestigios, pero, uno de los más importantes es poco conocido por las personas de la capital peruana.
PUEDES VER: Fotos INÉDITAS muestran cómo se construyó la Basílica María Auxiliadora que se encuentra en la av. Brasil
Para conocer uno de los secretos mejor guardados en Lima, debemos irnos hasta el distrito más poblado de esta ciudad, San Juan de Lurigancho, precisamente en la aridez de la Quebrada de Canto Grande, podemos encontrar petroglifos y geoglifos cuya antigüedad, hoy se sabe, es anterior a sus pares, las Líneas de Nazca.
Los geoglifos son alineamientos de piedra que forman una figura trapezoidal, los cuales estarían mirando hacia el Cerro Colorado (antiguamente fue un santuario tan importante como el de Pachacamac), un cerro tutelar que, se cree, pudo tener una importancia mágico-religiosa para los habitantes de dichos años.
La antigüedad de estos geoglifos, de acuerdo el historiador Julio Abanto, en declaraciones para la República, dataría del 2,5000 a.C., muy anterior a las Líneas de Nazca, ya que la cultura del mismo nombre apareció alrededor del 100 d.C.
Los geoglifos de SJL fueron descubiertos durante los años 40 por Hans Horkheimer, pero tras las investigaciones iniciales, fue Lorenzo Roselló quien las prosiguió en la década de los 70. Es con este arqueólogo cuando se supo que los geoglifos tenían motivos astronómicos.
Durante los años 90, Julio Abanto determinó que estos 30 geoglifos en Cante Grande también tenían propósitos ritualistas.
Sin embargo, lo cierto es que no hay certeza de cuáles fueron sus reales usos, como tampoco se ha determinado a qué cultura precolombina pertenecieron ya que forman parte de periodos conocidos como "precerámicos", por lo que pudo pertenecer a las culturas Lima, Chavín, Ichma o, inclusive, Caral, pero no hay nada determinado hasta el momento.
Este sitio ha sido declarado por el estado como reserva arqueológica, por lo que está a cargo del Ministerio de Cultura. Sin embargo, este lugar no está exento de problemas no arqueológicos, la principal de estas, la amenaza de invasiones ilegales.
Por otro lado, si bien todavía falta más fomento, lo cierto es que en la actualidad se promueven caminatas, así como actividades turísticas no invasivas; sin embargo, hay una tarea grande por promocionarlas mucho más.