Ronda Rousey, considerada la mujer más bella y campeona de la UFC, expondrá hoy el título de peso gallo en el Grand Garden Arena desafiada por Miesha Tate en el UFC 168.
La historia de estas dos contendientes se remonta a marzo de 2012, cuando Tate era la campeona de Strikeforce y enfrentó a Rousey en un duelo por el título. La experimentada “Cupcake” tenía una carrera de cinco años a cuestas y un récord de 12 victorias y dos derrotas, además acumulaba seis victorias consecutivas; enfrente estaba una novata en la MMA, quien aún no tenía ni un año en el deporte, experta en judo, acumulaba decenas de medallas, incluyendo una de bronce en los Olímpicos de Beijing 2008.
El primer combate se realizó el 3 de marzo en Ohio y las opiniones se inclinaban al lado de Tate. Pero Rousey le aplicó una palanca en el brazo, del que no pudo zafarse la rival, para convertirse en la nueva campeona.
La rivalidad creció, Miesha pidió una revancha, pero esta no llegó hasta hoy.
Tras la fama en el octágono hicieron atrevidas sesiones fotográficas para diversas revistas masculinas.