Hace 11 años, un joven tandilense de solamente 20 abriles fue el centro de Nueva York y del mundo entero al quedarse —para sorpresa de muchos— con el US Open nada menos que ante una leyenda viviente como el suizo Roger Federer, que llegaba con el rótulo de pentacampeón defensor.
Juan Martín del Potro se quedó con la finalísima en cinco sets (3-6, 7-6, 4-6, 7-6 y 6-2) tras 4 horas y 7 minutos de combate y entró a la historia del “deporte de caballeros” con sus bombazos de derecha, esos que botan fuego y son incontrolables para cualquier adversario.
"Lloraba como un nene porque era lo que siempre quise, ganarlo esa noche y contra Federer era mucho, me costaba creerlo", dijo post partido el tercer argentino campeón del US Open después de Vilas (1977) y Sabatini (1990).
El argentino eliminó en primera ronda a su compatriota Juan Mónaco (6-3, 6-3 y 6-1), luego superó a los austríacos Jürgen Melzer (7-6, 6-3 y 6-3) y Daniel Koellerer (6-1, 3-6, 6-3 y 6-3).
Ya en octavos de final, Juan Martín del Potro destrozó al español Juan Carlos Ferrero (6-3, 6-3 y 6-3) y posteriormente hizo lo propio con el croata Marin Cilic (4-6, 6-3, 6-2 y 6-1).
En semifinales lapidó a Rafael Nadal con un contundente (6-2, 6-2 y 6-2) y en la finalísima sudó la gota gorda para vencer a Roger Federer. Sin duda un momento inolvidable en su carrera.