Es el rey de la arcilla. Ni el tiempo ni el ímpetu de Stéfanos Tsitsipas impidieron su celebración. En tres horas y 38 minutos de juego, Rafael Nadal derrotó 6-4, 6-7(6) y 7-5 al tenista griego y se coronó campeón del Conde de Godó, el duodécimo de su carrera.
Stéfanos llegó a la cita con una racha de victorias en arcilla, lo que le permitió ganar el Masters 1000 de Montecarlo y Barcelona Open Banc Sabadell. El encuentro comenzó con Nadal dominando las acciones.
Sin embargo, Tsitsipas logró revertir y tuvo dos pelotas de 1-4 que pudieron cambiar el desenlace del encuentro. Nadal logró salvar el punto y se quedó con el set.
La confianza de 'Rafa' le permitió empezar el segundo set consiguiendo los primeros puntos. Stéfanos se recuperó, realizó quiebres sorprendentes y en tie break, el griego logró igualar el juego.
En un desenlace de película, Nadal sacó a relucir su experiencia y demostró que es el mejor en arcilla. Rafa se ilusiona por su participación en el Roland-Garros de Francia.