El Partido Demócrata de Florida rechazó el programa de reubicación de inmigrantes, considerando que se trata de una medida hostil para Estados Unidos.
Únete a nuestro canal de WhatsAppEn Estados Unidos, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, presentó un plan denominado programa de reubicación de migrantes, diseñado para trasladar a inmigrantes, en su mayoría en situación irregular, hacia estados que adoptan políticas más inclusivas respecto a la inmigración, conocidos como 'santuarios'.
Esta iniciativa ha suscitado un amplio debate, tanto a nivel nacional como internacional, al permitir que las autoridades locales reubiquen a los inmigrantes sin considerar su origen. La propuesta ha generado reacciones encontradas, evidenciando las tensiones en torno a la política migratoria en el país.
Se destinó un presupuesto de diez millones de dólares para llevar a cabo el programa, lo que generó preocupaciones entre las organizaciones defensoras de los derechos humanos en Estados Unidos. Sin embargo, la legislación contempla algunas excepciones que resguardan a determinados grupos, lo que provocó un debate sobre qué colectivos de inmigrantes quedarían exentos de la medida.
Las personas que cuentan con una Green Card generalmente no están incluidas en las iniciativas de reubicación, ya que este documento les otorga derechos legales sólidos que aseguran su estancia en Estados Unidos, respaldados por su condición de residentes permanentes.
Asimismo, los inmigrantes en Estados Unidos con un estatus de protección especial, como refugiados o solicitantes de asilo, suelen quedar fuera de estos procesos. Esto se debe a que enfrentan circunstancias delicadas, como el riesgo de persecución o violencia, lo que intensifica su situación de vulnerabilidad.
Por último, los inmigrantes con familiares directos en Florida, especialmente aquellos con hijos pequeños, podrían ser excluidos de los traslados, ya que se busca priorizar la preservación de la unidad familiar, un principio fundamental para muchas comunidades inmigrantes.
En esencia, este programa implica el traslado sorpresivo de inmigrantes irregulares que llegan a Florida hacia otras partes del país, sin informar a las autoridades locales de destino. Su propósito es reducir la carga migratoria en Florida y enviar un mensaje sobre las posibles consecuencias de políticas migratorias menos restrictivas. En la práctica, el proceso se desarrolla así:
Los planes de deportaciones masivas propuestos por Donald Trump y apoyados por J.D. Vance han generado preocupación entre los inmigrantes en Florida, especialmente entre los trabajadores agrícolas. Este sector, que depende en gran medida de la mano de obra indocumentada, enfrenta un panorama incierto que podría afectar tanto a estos trabajadores como a la economía local.
Los campos de cultivo dependen principalmente de inmigrantes hispanos, y si se concretan las deportaciones, se podría reducir significativamente la fuerza laboral. Virginia Resendis, coordinadora de la Asociación de Trabajadores Agrícolas de Florida, advirtió que una salida masiva de extranjeros impactaría directamente la producción de alimentos, como frutas y verduras. Se estima que hay unos 300,000 trabajadores agrícolas indocumentados en Florida según Casa Ambrook.