EEUU, la Unión Europea y diversas naciones de América Latina han hecho pública su decisión de no reconocer la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro.
Únete a nuestro canal de WhatsAppNicolás Maduro asumió nuevamente la presidencia de Venezuela en una ceremonia que se caracterizó por la falta de apoyo internacional. La ausencia de representantes de Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos, como Perú y Paraguay, fue notable. Estos gobiernos han manifestado su desacuerdo con la legitimidad de su investidura, lo que refleja un creciente aislamiento del mandatario en el ámbito global.
La ceremonia se caracterizó por la asistencia de líderes de países como Cuba y Nicaragua, quienes expresaron su respaldo al presidente venezolano.
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Nicolás Maduro fue oficialmente juramentado por la Asamblea Nacional de Venezuela, dominada por el chavismo, como presidente para el período 2025-2031, a pesar de las acusaciones de fraude electoral formuladas por la oposición.
Posteriormente, Estados Unidos emitió un comunicado en el que no reconoce la legitimidad de Maduro como presidente y exigió que Edmundo González Urrutia, a quien considera el verdadero ganador de las elecciones de julio, asuma el cargo de mandatario.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, criticó la ceremonia de investidura presidencial de Nicolás Maduro, calificándola de ilegítima y un intento desesperado por aferrarse al poder en Venezuela. En un comunicado, Blinken subrayó que Maduro no cuenta con la legitimidad de un líder democráticamente elegido.
Por su parte, la Unión Europea (UE) también se pronunció en contra de la investidura, afirmando que las autoridades venezolanas desaprovecharon una oportunidad crucial para respetar la voluntad popular y facilitar una transición democrática. Kaja Kallas, jefa de la diplomacia comunitaria, enfatizó que Maduro carece de legitimidad como presidente.
El Reino Unido se unió a las sanciones impuestas por la UE, añadiendo a quince individuos vinculados al Gobierno venezolano, entre ellos la presidenta del Tribunal Supremo, Caryslia Rodríguez. El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Lammy, describió la presidencia de Maduro como fraudulenta, coincidiendo con el día de su investidura.
Desde Perú, la presidenta Dina Boluarte manifestó su rechazo a la asunción "fraudulenta" de Nicolás Maduro para un nuevo mandato, reafirmando que no lo reconoce como presidente de Venezuela, sino al opositor Edmundo González Urrutia.
En una postura similar, el Gobierno de Paraguay expresó su respaldo al que considera el presidente electo, Edmundo González Urrutia, y condenó de manera contundente las acciones del "régimen ilegítimo" de Maduro.
El presidente paraguayo, Santiago Peña, subrayó la necesidad de apoyo tanto interno como externo para la democracia en Venezuela, refiriéndose a la controvertida toma de posesión de Maduro para el periodo 2025-2031, un acto que ha sido objeto de críticas por parte de la oposición, así como de numerosos países y organismos internacionales.