Según el ICE, el prófugo tiene condenas por robo, cuatro infracciones por conducir ebrio y otros delitos cometidos mientras estaba en el país ilegalmente.
Únete a nuestro canal de WhatsAppUn inmigrante mexicano, que había cruzado la frontera de manera ilegal en al menos diez ocasiones, fue recientemente deportado tras ser señalado como el responsable de un asesinato en México. Este suceso ha captado la atención debido a la gravedad de las acusaciones y al historial migratorio del extranjero, quien, a pesar de sus intentos repetidos de ingresar ilegalmente a los Estados Unidos, nunca había sido detenido hasta ahora.
Según la página oficial de ICE (U.S. Immigration and Customs Enforcement), Humberto Romero Ávila, un mexicano de 45 años, fue deportado por las autoridades de EE. UU. el 13 de febrero de 2025, después de haber acumulado múltiples condenas en el país y ser buscado en México por un homicidio. Su arresto en Texas, en marzo de 2024, reveló una trayectoria criminal que abarca más de dos décadas.
Romero Ávila, miembro de la pandilla Paisas, fue detenido por conducir ebrio, lo que permitió descubrir su estatus de fugitivo internacional. Su caso subraya la compleja interacción entre la inmigración y el crimen en la frontera entre Estados Unidos y México.
A pesar de haber sido deportado en múltiples ocasiones desde su primer ingreso ilegal en 2002, Romero Ávila siguió cruzando la frontera, convirtiéndose en un fugitivo buscado. Su caso refleja los retos de las autoridades en el combate a la inmigración ilegal y el crimen organizado.
El historial delictivo de Romero Ávila incluye condenas por robos y varias infracciones por conducir bajo los efectos del alcohol. Desde 2002, ingresó ilegalmente al país en diez ocasiones, y aunque fue deportado, continuó sus intentos por regresar.
El crimen más grave en su expediente es el asesinato de Geovany Uriel Prado Morales, ocurrido en 2007, en Celaya, Guanajuato. Este homicidio lo convirtió en objetivo de las autoridades mexicanas, quienes lo buscaban por su implicación en el asesinato. Su deportación se da en un contexto de creciente presión por parte de EE. UU. para enfrentar la criminalidad entre inmigrantes.
Bret Bradford, director de ICE en Houston, expresó su satisfacción tras la deportación, destacando que Romero Ávila representaba un peligro para la comunidad desde hacía casi 25 años y que su salida del país hacía más seguras las calles. Este mensaje refleja el enfoque de las autoridades en la lucha contra la inmigración ilegal y la criminalidad vinculada a ella.
El 31 de enero de 2025, Humberto Romero Ávila fue entregado a las autoridades mexicanas, en el marco de una ofensiva estadounidense contra inmigrantes con antecedentes criminales. Su regreso a México genera incertidumbre sobre su futuro y las consecuencias legales del homicidio que se le imputa, subrayando los retos que enfrentan ambos países en el manejo de la inmigración y la seguridad.