¿Donald Trump logró cumplir los cinco objetivos arancelarios que tenía? Esto se sabe al respecto
En la siguiente nota te comentaremos qué logró cumplir Donald Trump en materia arancelaria y qué no, detallando sus planes y decisiones.
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La semana pasada, Donald Trump anunció un plan arancelario masivo que generó drásticas repercusiones en el orden económico global basado en cinco objetivos claves. A la fecha, no todos han sido resueltos. Otros han tomado otro rubro y algunos necesitan un refuerzo extra tras la pausa de noventa días. En esta nota te comentamos más al respecto.
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Los cinco objetivos arancelarios de Donald Trump
Según el medio de comunicación BBC, el presidente Trump se había propuesto redefinir el papel económico de Estados Unidos a través de una estrategia audaz y confrontativa. Alegando que el país había sido aprovechado durante décadas tanto por aliados como por adversarios, implementó amplias medidas arancelarias basadas en los siguientes objetivos:
- Asegurar mejores acuerdos comerciales, presionando a otras naciones mediante aranceles generalizados y sanciones dirigidas a los principales infractores.
- Revitalizar la fabricación estadounidense y recuperar empleos mediante la protección de las industrias nacionales frente a la competencia extranjera.
- Enfrentarse a China, a quien Trump identificó como la principal fuente de prácticas comerciales desleales y de los desequilibrios económicos globales.
- Aumentar los ingresos nacionales mediante la recaudación de aranceles, con el fin de financiar recortes fiscales y reducir la deuda pública.
- Reducir los precios para los consumidores estadounidenses fomentando la producción nacional y disminuyendo la dependencia de productos importados.
El estado de los objetivos arancelarios de Donald Trump
Como se comentó en líneas anteriores, no todos los objetivos se han cumplido con eficiencia. En la práctica, la estrategia arancelaria de Trump generó incertidumbre e inestabilidad en los mercados globales. Si bien algunos países sí iniciaron negociaciones, la naturaleza impredecible de las decisiones del mandatario estadounidense hizo que las empresas dudaran en invertir o reubicar su fabricación en Estados Unidos.
Asimismo, el auge fabricante prometido en sus objetivos fue lento e incierto, ya que el cambio de producción es un proceso a largo plazo y las empresas necesitaban estabilidad política para comprometerse y enfrentarse a China desencadenó un enfrentamiento de alto riesgo con la segunda potencia económica del mundo, lo que tensó posibles alianzas internacionales.
Por último, aunque los aranceles generan ingresos, gran parte de ellos tuvieron un costo para los consumidores estadounidenses y los estudios estiman un aumento en los gastos de los hogares a los mayores costos de importación. Siendo así, en lugar de marcar el inicio de una guerra dorada, Trump está desproporcionando la economía estadounidense.