La Green Card te concede residencia permanente en EE. UU., pero no la ciudadanía, lo que implica que algunas actividades están limitadas para ti.
Únete a nuestro canal de WhatsApp¿La Green Card es tan perfecta como parece? A pesar de que conseguir la tarjeta de residente permanente es un hito importante para numerosos inmigrantes, ser residente permanente legal en Estados Unidos conlleva ciertas restricciones que pueden sorprender a quienes no están debidamente informados. Es fundamental conocer estas limitaciones, ya que no otorgan libertad total en todos los aspectos de la vida en el país.
Hoy te contamos cinco cosas que, aunque no lo parezca, están totalmente fuera de los límites para quienes tienen residencia permanente en Estados Unidos, según USCIS:
El titular de una Green Card no debe confundirse con un ciudadano estadounidense, ya que su estatus legal es distinto. Aunque los residentes permanentes legales pueden vivir y trabajar indefinidamente en Estados Unidos, conservan la ciudadanía de su país de origen.
A diferencia de los ciudadanos estadounidenses, que tienen derecho a votar, obtener un pasaporte y vivir fuera del país sin perder su estatus, los titulares de la Green Card tienen derechos limitados. No pueden votar, están sujetos a deportación por ciertos delitos y deben renovar su tarjeta cada diez años. Sin embargo, después de cumplir con ciertos requisitos, como cinco años de residencia permanente (o tres si están casados con un ciudadano estadounidense), pueden solicitar la ciudadanía.
Sí, la ciudadanía de EE. UU. es altamente apreciada por los habitantes, ya que otorga una serie de derechos y ventajas que van más allá de los que ofrece una Green Card o residencia permanente.
Aunque esta última permite vivir y trabajar en el país, obtener la naturalización se convierte en una meta deseada para muchos residentes permanentes, quienes ven en convertirse en ciudadanos un paso natural y positivo en su proceso de integración.