El gobierno de Trump anunció un aumento sin precedentes en las redadas de ICE, generando gran preocupación entre millones de extranjeros en todo el país.
Luego de resolver los temas arancelarios, el gobierno de Donald Trump volvió a centrar su agenda en la inmigración ilegal en el país. Ahora, se ha anunciado un aumento de operativos para detener inmigrantes en espacios públicos, eliminando las políticas que protegían ciertos "lugares sensibles" de ser objetivos de redadas por parte de ICE.
En una rueda de prensa desde la Casa Blanca, Tom Homan, el 'Zar de la frontera', afirmó que si las ciudades que son consideradas 'santuario' continúan protegiendo a los inmigrantes, las autoridades federales modificarán su estrategia: "Si no podemos arrestarlos en sus comunidades, los detendremos en sus lugares de trabajo", expresó.
Sin embargo, esto no es todo. Las medidas anti inmigrantes del gobierno de Trump ya no se restringirán a restaurantes o fábricas. Según dio a conocer El Diario NY, ICE y la Patrulla Fronteriza han comenzado a expandir sus operativos a áreas públicas donde los trabajadores informales suelen congregarse, como los estacionamientos de tiendas de materiales de construcción.
A pesar de la rigidez del discurso de Donald Trump y Tom Homan, el mandatario de Estados Unidos mostró cierta apertura respecto a industrias dependientes de la mano de obra extranjera. El pasado 10 de abril, durante una reunión de gabinete, reconoció que podría flexibilizar la política en sectores estratégicos como la agricultura y la hotelería. "Tenemos que cuidar a nuestros agricultores, a nuestros hoteles y a varios sectores que necesitan a su gente", afirmó.
Estos operativos, según Homan, buscan frenar el trabajo ilegal y detectar casos de explotación laboral. Aunque los voceros de la administración aseguran que las redadas están justificadas, diversas organizaciones advierten que esta ofensiva incrementa la vulnerabilidad de las comunidades inmigrantes.