Ron DeSantis ha firmado la "Pam Rock Act" en Florida, que redefine el tratamiento legal de perros agresivos y sin identificación mediante un chip.
El gobernador Ron DeSantis ha firmado una nueva ley en Florida que modifica de manera sustancial el tratamiento legal de los perros agresivos, así como aquellos sin identificación electrónica. Esta nueva normativa, conocida como "Pam Rock Act", brinda definiciones más estrictas sobre qué constituye un animal peligroso, endurece las responsabilidades de los dueños y refuerza el papel de las autoridades locales en el control de estos animales agresivos.
Uno de los ejes principales de la ley firmada por Ron DeSantis radica en la redefinición y regulación de los perros considerados peligrosos. Desde ahora, cualquier perro que haya mordido, atacado o causado heridas graves a una persona o a otro animal podrá ser clasificado como "peligroso", lo que implicará obligaciones específicas para su propietario. De acuerdo con la norma, se considera perro peligroso a quienes:
Además, se define como "no provocado" cualquier ataque en el que la víctima actuaba de forma pacífica y conforme a la ley. La legislación también especifica que una "herida grave" será las que tengan fracturas, múltiples mordeduras o laceraciones que requieran sutura o cirugía reconstructiva.
La nueva ley estableció responsabilidades claras y severas para los dueños de perros peligrosos. Ya no solo bastará con mantenerlos bajo control, se va a exigir un confinamiento específico en espacios reforzados para evitar fugas o el ingreso de niños. Estas son las nuevas obligaciones:
En casos más graves, cuando el perro haya provocado la muerte de una persona o haya dejado marcas de mordida de nivel cinco o superior en la escala Dunbar, la autoridad de control podrá confiscar al animal de manera inmediata, mantenerlo en cuarentena o retenerlo hasta que acaben las audiencias o apelaciones. El dueño del animal deberá hacerse cargo de todos los costos de manutención y cuidado del animal durante ese periodo.
La nueva normativa también buscar fortalecer la figura de las autoridades de control animal y brinda mayor poder para actuar frente a incidentes. Según la nueva legislación:
Una vez arrancada una investigación, el perro no podrá ser reubicado ni dado en adopción hasta que se resuelva la situación. Si el destino final del animal es la eutanasia, esta no podrá ejecutarse mientras exista una apelación pendiente.
La nueva legislación no introduce de manera directa una obligación general de identificación de los perros mediante un chip, su trasfondo apunta a fortalecer el rastro e identificación de los animales involucrados en incidentes. Es por eso, la falta de un microchip va a dificultar que los dueños evadan su responsabilidad o trasladen a los animales implicados sin notificación.
El texto legal indica que los animales que sean objeto de investigación van a permanecer identificados y bajo custodia clara. En caso contrario, la autoridad de control podrá proceder a su decomiso. Además, cualquier intento de ocultamiento, cambio de domicilio o transferencia de propiedad será considera una violación de la ley.