Con esta radical medida, se darán sanciones fuertes para las personas que cometan estos actos en medio de desastres naturales en EE. UU. AQUÍ los detalles.
Atención, inmigrantes y residentes en Estados Unidos. Recientemente, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, promulgó la Ley Trooper, que establece como delito grave el abandono de animales en situaciones de emergencia provocadas por desastres naturales.
Esta legislación de DeSantis, que ha impactado en el país americano, surge a raíz de la conmovedora historia de un Bull Terrier que fue rescatado en condiciones críticas durante la evacuación por el huracán Milton. La nueva normativa comenzará a aplicarse el 1° de octubre de 2025, coincidiendo con la temporada en la que estos fenómenos meteorológicos suelen afectar a la región de EE. UU.
'La Nación' y otros medios internacionales informaron que el gobernador Ron DeSantis firmó la ley SB 150, previo a la temporada de huracanes en Florida. Esta nueva medida se llevó a cabo en un evento celebrado en Big Dog Ranch Rescue, un refugio dedicado al rescate de animales.
Durante la ceremonia, DeSantis sostuvo un cachorro en brazos y señaló lo siguiente a Associated Press: "Florida no tolerará la crueldad hacia los animales, especialmente en tiempos de crisis".
Asimismo, el mandatario usó sus redes sociales para detallar los dos proyectos de ley que buscan sancionar el maltrato animal. El primero, conocido como Ley Trooper, establece que dejar a un perro sufrir solo durante una tormenta se considera un delito grave en el estado. "Es inhumano", añadió DeSantis.
De igual manera, el gobernador firmó la Ley de Dexter, que lleva el nombre de un perro que fue brutalmente asesinado en el condado de Pinellas poco después de ser adoptado. Esta legislación incrementa las penas por crueldad animal agravada, asegurando que los responsables enfrenten radicales consecuencias.
Las personas, ya sean residentes, inmigrantes o ciudadanos, que dejen a un perro en situaciones críticas enfrentarán cargos por un delito grave de tercer grado.
Esta categorización conlleva sanciones que pueden llegar a cinco años de prisión y multas de hasta US$10.000, o la combinación de ambas. Vale recordar que, en el pasado, el abandono de animales se clasificaba como un delito menor de primer grado, lo que implicaba multas máximas de US$5.000 y penas de prisión mucho más severas.