El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) refuerza sus medidas migratorias impulsado por las órdenes de la Casa Blanca.
Tras las órdenes impuestas por el gobierno de Donald Trump, ICE ha modificado sus operaciones para que sus agentes estén operativos los siete días de la semana, trabajando en turnos escalados. Esta nueva medida busca acelerar el número de arrestos migratorios, en línea con las metas establecidas por la administración de Trump, que ha redoblado esfuerzos para llevar a cabo deportaciones masivas en todo el país. Más del tema en esta nota.
Como se mencionó en líneas anteriores, la decisión de extender la operatividad de ICE responde a las crecientes presiones de la Casa Blanca, que busca intensificar la política de deportaciones como parte de sus compromisos de campaña. Según New York Times, Stephen Miller, uno de los principales asesores de Trump, ha encabezado reuniones con altos mandos de ICE para evaluar las cifras y explorar formas de aumentar arrestos.
El objetivo diario mínimo es de 3,000 detenciones, cifra que supera con creces los niveles registrados durante el gobierno de Biden. Siendo así, se sabe que la administración actual ha dejado claro que su meta es cumplir la promesa de expulsar a los inmigrantes indocumentados sin importar el contexto. Sin embargo, expertos advierten que esta presión excesiva podría dar lugar a errores.
Además de la operatividad extendida, ICE ha desplegado una variedad de tácticas para aumentar la eficiencia de sus redadas y capturar al mayor número de inmigrantes ilegales posibles. Entre estas se encuentran las siguientes: