Víctor Ávila, residente legal desde 1967, fue detenido por el ICE en San Francisco tras regresar de un viaje a Japón, donde visitó a su hijo en la Fuerza Aérea.
Ávila, que ha tenido su Green Card desde 1967, volvía a San Francisco tras visitar a su hijo en Japón, quien sirve en la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Al llegar, fue detenido por agentes de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), mientras que su esposa pudo seguir su camino sin problemas, según reportes locales y una página de GoFundMe.
Este hecho movilizó a familiares y amigos, quienes se unieron para crear campañas de recaudación de fondos y así ayudar a cubrir los gastos legales que implica su defensa.
Según su hija, Carina Mejía, Ávila emigró legalmente a EE. UU. desde México en su adolescencia y obtuvo la residencia permanente poco después. Su único antecedente penal se remonta a 2009, cuando fue arrestado por conducir bajo los efectos del alcohol y por posesión de drogas.
A pesar de haber cumplido con su condena y renovado su Green Card en dos ocasiones sin más infracciones, su detención actual pone de manifiesto la rigurosidad de las políticas migratorias vigentes, que han llevado a la deportación de más de 100.000 personas desde enero.
Tras su arresto, Ávila fue mantenido en condiciones precarias en instalaciones aeroportuarias antes de ser trasladado a un centro de detención de ICE en Bakersfield, California. Su familia ha denunciado la falta de acceso a condiciones básicas, como una cama para dormir. En respuesta, han organizado diversas iniciativas para visibilizar su situación y solicitar un proceso justo, recaudando más de 20.000 dólares a través de GoFundMe.
La familia de Ávila, compuesta por su esposa, cuatro hijos y seis nietos, todos ciudadanos estadounidenses, se encuentra en un estado de incertidumbre mientras esperan el desenlace del proceso migratorio. Carina Mejía ha enfatizado el carácter productivo de su padre en la sociedad, subrayando que su infracción fue no violenta y que ha cumplido con todas las exigencias legales desde entonces.
La próxima audiencia de deportación de Víctor Ávila está programada para el 15 de julio en una instalación de ICE cerca de Bakersfield. La familia ha alternado entre momentos de esperanza y preparación para posibles resultados adversos. Organizaciones y familiares han destacado que su detención se basa en un delito menor de 2009, lo que plantea interrogantes sobre la equidad del sistema migratorio actual.
La situación de Víctor Ávila es un reflejo de las complejidades y desafíos que enfrentan muchos inmigrantes en Estados Unidos, donde el pasado penal, incluso por infracciones menores, puede tener consecuencias devastadoras en el presente.