George Retes fue arrestado en una redada de migración en California y narra lo vivido a manos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
"Me trataron como un criminal". Esas fueron las palabras de George Retes, veterano del ejército de Estados Unidos con una grave discapacidad que fue arrestado, gaseado y encarcelado durante tres días por oficiales migratorios a pesar de ser ciudadano estadounidense. El hecho ocurrió el 10 de julio en el condado de Ventura, California, durante una redada federal masiva en plantación de cannabis que terminó con más de 360 personas detenidas y un trabajador muerto.
Retes, de 25 años, se dirigía a su turno en las granjas Glass House cuando, según declaró, quedó "atrapado en medio de los manifestantes y los agentes de ICE", sin siquiera saber que el lugar estaba siendo allanado. "Lo que me pasó no solo fue un error. Fue una violación de mis derechos civiles", afirmó. ¿Qué más se sabe sobre esta situación migratoria? Aquí te comentamos.
Según Los Angeles Times, Retes no llegó a trabajar ese día. Apenas intentó ingresar al área, se vio rodeado por decenas de agentes armados. Según su testimonio, le rompieron la ventanilla del auto, lo rociaron con gas pimienta y lo sacaron a punta de pistola, sin explicaciones. Asegura que les dijo que era ciudadano estadounidense y veterano, pero que los agentes ignoraron su declaración.
Estuvo tres días detenido en el Centro de Detención Metropolitano de Los Ángeles. No se le permitieron llamadas telefónicas, acceso a un abogado ni limpieza tras la exposición al gas. Lo mantuvieron incomunicado, incluso bajo vigilancia por riesgo de suicidio. Mientras tanto, su familia buscaba desesperadamente respuestas.
Su esposa y su hermana aparecieron en televisión rogando por información. “Es ciudadano. No hizo nada. Es discapacitado. Lo dice en su coche”, dijo su hermana. Las autoridades locales no supieron decir dónde estaba. El domingo, sin cargos en su contra, fue liberado sin una disculpa, sin explicaciones, sin reparar el daño. Su auto sigue golpeado, con una ventanilla rota y un fuerte olor a gas pimienta.
Desde su casa en Ventura, Retes declaró que no solo busca justicia personal. Anunció que planea demandar al gobierno federal por detención ilegal y uso excesivo de la fuerza, y que su caso debe servir como ejemplo de los abusos cometidos durante operativos migratorios. “Estoy aquí hablando por todos los que no tienen la oportunidad de hablar”, dijo. }
Para él, su arresto refleja un patrón: errores graves, procedimientos violentos y violaciones de derechos civiles bajo el amparo de las redadas migratorias. Mientras el Departamento de Seguridad Nacional asegura que el caso está “bajo revisión”, Retes ya no confía en el sistema.