La agencia ICE se enfrenta a fuertes acusaciones de inmigrantes luego de que denuncien tratos inhumanos en prisión a la que fueron enviados.
Un grupo de inmigrantes venezolanos deportados desde Estados Unidos a El Salvador ha desatado un escándalo por los abusos y torturas que sufrieron en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), a la que fueron enviados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), siguiendo las indicaciones del gobierno de Donald Trump.
Golpes, maltrato físico y psicológico, y condiciones inhumanas fueron el pan de cada día para estos hombres, quienes fueron detenidos bajo acusaciones infundadas de pertenecer a pandillas. "Nos golpearon, nos patearon", revelaron los inmigrantes al ser liberados tras meses en un "infierno". ¿Qué más se sabe al respecto? Aquí te comentamos.
Según Associated Press, el presidente Nicolás Maduro no tardó en reaccionar ante las impactantes denuncias, acusando al gobierno de El Salvador y a la administración de EE.UU. de cometer abusos brutales contra los migrantes venezolanos. Maduro difundió relatos de golpizas, violaciones y heridas de perdigones.
A su vez, aseguró que estos actos recuerdan las violaciones de derechos humanos cometidas por su gobierno contra opositores. "No podemos permitir que se repitan estos crímenes", afirmó en un mensaje por televisión estatal.
Los 252 migrantes que sobrevivieron a esta pesadilla finalmente fueron liberados en un intercambio de prisioneros, pero el trauma que arrastran es incalculable. Al regresar a Venezuela, algunos denunciaron que fueron víctimas de una "caza de brujas" por sus tatuajes, que las autoridades utilizaron para acusarlos de ser parte de la peligrosa pandilla Tren de Aragua.
Uno de los deportados, Carlos Uzcátegui, aseguró: "Nunca imaginé que mi huida de la miseria terminaría en una cárcel donde me golpeaban a diario". Mientras tanto, la comunidad internacional observa con horror lo que algunos califican como una violación masiva de derechos humanos.