El ICE permite que padres deportados en EE. UU. gestionen alternativas de cuidado para sus hijos menores ante la separación familiar y la incertidumbre.
La deportación en EE. UU. no solo afecta a los adultos que enfrentan la separación de su entorno, también golpea de manera profunda a los hijos que quedan atrás. Cuando los padres migrantes son detenidos por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), muchas familias terminan divididas y los niños enfrentan la incertidumbre de crecer sin ellos.
PUEDES VER: ¡Buena noticia para los migrantes! EE. UU. permitirá la entrada legal a extranjeros con este documento
En la actualidad, miles de hijos de migrantes con ciudadanía estadounidense viven prácticamente solos o bajo el cuidado de terceros, mientras esperan que se defina el destino migratorio de sus padres. Diversas organizaciones civiles han alertado que el número de menores en esta situación puede incrementarse con las políticas de deportación que se mantienen vigentes.
De acuerdo con reportes periodísticos, en Estados Unidos existen cientos de menores que, pese a ser ciudadanos, han quedado prácticamente en el abandono tras la deportación de sus padres indocumentados. Muchos de estos niños se ven forzados a permanecer con familiares lejanos o incluso con amigos de la familia, mientras otros carecen de opciones claras para garantizar su bienestar.
Niños afectados por la deportación de sus padres migrantes en Estados Unidos enfrentan incertidumbre y separación familiar.
Un factor adicional de riesgo es que gran parte de estos menores no cuentan con pasaporte estadounidense, lo que les impide salir del país para reunirse con sus progenitores. El proceso para obtener este documento suele ser lento y complicado, lo que provoca que muchos hijos de migrantes en Estados Unidos enfrenten largos periodos de separación y soledad.
El ICE cuenta con una directiva que instruye a su personal a facilitar que los padres detenidos busquen alternativas de cuidado para sus hijos menores. Si el padre o tutor no puede hacerlo al momento del arresto, la agencia debe notificar a las autoridades locales de bienestar infantil o a la policía para que asuman la custodia temporal de los niños.
El ICE aplica protocolos para el cuidado de hijos de migrantes detenidos, pero muchas familias quedan fragmentadas en el proceso.
Según las reglas, el ICE no está autorizado a quedarse con los menores ni transportarlos, salvo que exista una acción directa relacionada con ellos. Una vez que los niños pasan a manos de la autoridad competente, se determina si se trata de un "menor extranjero no acompañado", en cuyo caso interviene el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS). Esta institución trabaja para colocar a los menores bajo la custodia de un patrocinador, generalmente un familiar, mientras se desarrollan los procedimientos de inmigración.