La necesidad del Barcelona por conseguir una victoria con una buena ventaja en el marcador sobre el Sevilla era clara. El partido de ida quedó 2-0 a favor de los 'Nervionenses', resultado que debía remontarse en el Camp Nou por el equipo de Ernesto Valverde en la vuelta de los cuartos de final en la Copa del Rey.
Sobre los 13 minutos, Lionel Messi recibió una falta dentro del área, cuando intentaba disparar a puerta. El árbitro no dudó en sancionar el penal y, en medio del ambiente de tensión por lo que se luchaba, el brasileño Philippe Coutinho tomó el balón y se dispuso a ejecutar la pena máxima a favor del Barcelona.
El joven portero Juan Soriano se plantó con seguridad en la línea de la portería del Sevilla y espero con calma algún movimiento de Coutinho que delate su intención de disparo. El brasileño se perfiló para su diestra y sacó el latigazo raso al poste derecho, haciendo que el pánico se adueñe de los hinchas por unos instantes.
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La reacción del guardameta fue a la misma dirección, pero la velocidad que llevaba el esférico no le permitió lograrlo. De esta forma, el Barcelona ya empieza a soñar con remontar el partido ante Sevilla y meterse de nuevo en las semifinales de la Copa del Rey. Todavía necesitan de un gol más.