El fútbol local amaneció movido con una noticia que llegó desde las oficinas de la FIFA en Zúrich, Suiza. Este organismo decidió inhabilitar de por vida al expresidente de la FPF, Manuel Burga Seoane y, de esta manera, no podrá ejercer nunca más un cargo en el balompié nacional y mundial.
La medida tuvo este duro desenlace luego de que el comité investigador de la FIFA hallara a Manuel Burga culpable de estar involucrado en los casos de fraude, lavado de dinero y soborno en los derechos de transmisión de TV realizados entre el 2010 y 2015, motivo por el que incluso el dirigente purgó prisión en el 2016 en Estados Unidos.
La noticia cayó como un baldazo de agua fría para Manuel Burga, pues LÍBERO recibió la información de que el otrora mandamás de la FPF tenía reales intenciones de volver a la escena dirigencial y ocupar nuevamente el sillón de la Videna. Incluso, contaba con el apoyo del colectivo aliancista “Fondo Blanquiazul” para su propósito y ya estaba moviendo sus hilos en las Ligas Departamentales .
Cabe destacar que desde que el abogado quedara en libertad en diciembre del 2017, ya había tenido esporádicas apariciones, tal como sucedió en la última final del clásico peruano femenino entre Universitario y Alianza Lima (2-1), el pasado 28 de octubre en el Estadio Nacional.
Esta última aparición mediática en uno de los palcos del estadio llamó la atención de la prensa y de inmediato se le relacionó con su candidatura al sillón de San Luis, un efímero objetivo que finalmente solo quedará en deseo.