Un regreso soñado para Napoli. Haciendo el trabajo ordenado en lo defensivo y aprovechando la desesperación de Inter, lograron marcar la diferencia y puso su nombre en la final de la Copa Italia, donde se enfrentará a la Juventus de Cristiano Ronaldo. Un duelo de pronóstico reservado que promete estar plasmado de emociones.
En los primeros minutos del partido, Eriksen sorprendió con un tiro de esquina que deleitó el estadio San Paolo con un gol olímpico. Ospina tuvo responsabilidad en el tanto, pero con el pasar de los minutos se convirtió en la figura del encuentro, salvando a su equipo en tres oportunidades.
Inter tomó control de las acciones. Lukaku y Martínez hacían añicos a la defensa de Napoli. El delantero argentino pudo aumentar la diferencia pero su disparo fue desviado por el portero Ospina.
Napoli sintió el rigor físico y decidió esperar al Inter en su propia área. Los minutos transcurrían, la presión de los 'negro y azul' empezó a disminuir, permitiendo al cuadro de la ciudad napolitana tomar mayor protagonismo en el encuentro.
Insigne encontró el balón al borde de su área y no tuvo problemas para conducir el contragolpe. El atacante corrió ante la presión de dos defensores del Inter y cuando llegó a la portería de los visitantes cedió el balón a Mertens para que anote el empate.