Las culebras mudan de piel para poder crecer, con el fin de dejar atrás el pasado. Pero ello no fue el caso de André Carrillo, quien a sus 25 calendarios no ha llegado a explotar y dejó de ser la gran promesa en Europa.
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Cuando todo hacía indicar que iba a destronar a Jefferson Farfán, Claudio Pizarro y Paolo Guerrero, su futuro se desinfló. “Pizza”, a los 25 años, registraba 77 “pepas” en la Bundesliga y ya sabía lo que era alzarse con una Liga y una Copa Alemana.
La “Foquita”, a su vez, llegó con el cartel de figura al Schalke 04 tras coronarse con cuatro Eredivisie en el PSV y una Copa holandesa. Ambos tuvieron que lucharla desde abajo.
El “Depredador” Paolo Guerrero, quien tuvo la suerte de iniciarse en el Bayern (45 encuentros y 13 goles), a los 25 años jugaba en el Hamburgo con protagonismo.
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Pero, ¿por qué no pasó eso con Carrillo? Esa es la pregunta que más de uno se hace. Incluso, fue mandado a la “congeladora” por el único equipo -el Sporting Lisboa- que depositó su fe en él. Parece que la “Culebra” se frenó y eso sí es triste porque se le veía con mucho futuro en el fútbol profesional.
De buen biotipo (1.80 m y 73 kg), veloz y habilidoso, Carrillo se perdió en lo banal y dejó de sudar fútbol. Se preocupó más en el dinero, en el lujo y en el vacilón en vez de trascender. En la selección tampoco ha explotado como se esperaba.
EL DATO
17 goles en goles en 166 partidos registra André Carrillo desde que llegó a Europa.