Una historia poco conocida, que pudo ayudar a Barcelona para despojarse de un momento crítico. Eduardo Camavinga en la presente temporada fue una de las novedades en la lista de fichajes, pero por algunos detalles no estampó su firma incluso luego de recibir el ojo del comando técnico.
El área de rastreo del Barcelona llevaba unos meses identificando un futbolista joven que pueda encajar pensando en el futuro en el mediocampo. El francés fue del agrado y tras conocer que no hacía efectiva su renovación en la liga de Francia se decidió activar la contratación.
Rennes, dueño de su carta pase en ese momento pidió 30 millones de euros sin dar una marcha atrás que ahuyentó al Barcelona tras tener una delicada situación económica, aunque se intentó persuadir no se llegó a un acuerdo final. al Barcelona tras tener una delicada situación económica, aunque se intentó persuadir no se llegó a un acuerdo final.
Luego de ello, apareció el Real Madrid para pagar la cantidad que pedía su club para romper el vínculo que tenía hasta junio del 2022 y concretar en estos momentos una de las mejores contrataciones de los últimos años.
Barcelona continúa con su operación de rastreo y reponerse económicamente para competir con otros clubes e ir pensando en el cambio generacional que tendrá en los próximos años.